Preocupa la rodilla de Wilk

Cezary Wilk trabaja por su cuenta durante el periodo vacacional con la intención de llegar bien a la pretemporada y con la duda de la repuesta de su rodilla al intenso trabajo que se realiza en verano. El polaco no pudo reaparecer la pasada temporada como consecuencia de una inflamación en la articulación intervenida, que no acababa de remitir. Por eso, se llevó deberes específicos como ejercicios isométricos y trabajos de musculación alternando cargas. Pero los servicios médicos del club lo valorarán dentro de una semana para ver cómo se incorpora al trabajo.

Wilk tiene contrato hasta 2017 y, si está recuperado por completo de su rodilla derecha, está llamado a ser uno de los hombres importantes de cara al curso que viene. La mejor versión que mostró en los 725 minutos que disputó el curso pasado puede ser un buen inicio en un proyecto que, una vez más, buscará regresar a la élite del fútbol español.
El centrocampista solo pudo participar en diez encuentros del pasado curso, pero Cezary Wilk demostró ser un jugador muy valioso para el centro del Real Zaragoza. Su recorrido, su labor en la recuperación e incluso su capacidad de llegada le hicieron ser uno de los habituales en los planes de Ranko Popovic. La desgracia para Wilk llegó en Girona. El centrocampista salió en la segunda parte y solamente once minutos después de pisar el césped se topó con la desgracia en forma de lesión. El polaco sufrió una rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha. A finales de octubre tuvo que ser intervenido y, desde entonces, ha trabajado en su plena recuperación.
En la recta final de esta última temporada ya se le pudo ver entrenando junto al resto de sus compañeros. Poco a poco fue cogiendo ritmo y entrando en más y más ejercicios. Sin embargo, le faltó volver a una convocatoria. Lluis Carreras admitió que no quería precipitarse con el polaco y, desde su lesión en Montilivi no volvió a jugar ni un minuto.