Valladolid-Zaragoza un trasvase habitual

El próximo domingo se verán las caras en el José Zorrilla de Valladolid el equipo pucelano y el Real Zaragoza, dos conjuntos que guardan ciertas similitudes. De pasado glorioso, a ambos clubes se les está haciendo excesivamente larga esta presencia en la categoría de plata de la que tratan de escapar desde hace demasiadas temporadas.

Real Valladolid y Real Zaragoza son dos equipos históricos del fútbol español. Con ciertas diferencias que inclinan el peso de la historia del lado de los aragoneses, cierto es que ambos han logrado títulos nacionales y han tenido oportunidad de jugar competiciones europeas porque son dos clásicos de la primera división española. Por eso, también ha sido habitual el intercambio de cromos entre los dos conjuntos.
Un intercambio que viene de lejos y que comenzó con nombres como los de Endériz. El centrocampista uruguayo de padres españoles ayudó al equipo vallisoletano a lograr el ascenso a primera y tras cuatro temporadas en Pucela fichó por el Real Zaragoza de Los Magníficos, con el que logró dos Copas del Rey y la Copa de Ferias. Más fugaz fue el paso de Yáñez por el equipo blanquillo, el chileno destacó en el equipo vallisoletano, donde logró la Copa de la Liga y pasó apenas una campaña en el equipo aragonés antes de marcharse al Real Betis.
Más recientemente y compartiendo situación, el intercambio parece haberse intensificado. Es el caso de Álvaro Rubio y Óscar González. El riojano se crió en la cantera del Real Zaragoza aunque no llegó a debutar en el primer equipo. Una cesión le abrió las puertas del Albacete, con el que debutó en primera división, antes de fichar por el Real Valladolid, equipo con el que disputó las últimas diez temporadas, convirtiéndose en santo y seña del equipo albivioleta.
Algo diferente es el caso de Óscar González. El salmantino se crió en el Valladolid y trató de dar el salto a un grande de la mano del Real Zaragoza. Con los blanquillos ganó una Supercopa, pero nunca acabó de obtener el reconocimiento de entrenadores y aficionados. Con este escenario, volvió a Valladolid para convertirse en pesadilla de los aragoneses, al que se acostumbró a torturar a base de goles.
Los últimos ejemplos son los de Guitián y Marcelo Silva. Podría decirse poco menos que uno llegó para sustituir al otro. El uruguayo disputó la pasada campaña en el Real Valladolid, antes de recalar el equipo aragonés. Algo similar a la situación de Guitián, que el pasado mercado de invierno se vistió la elástica del Real Zaragoza convirtiéndose en pieza clave para Lluis Carreras, pero la debacle de Palamós pesó demasiado y decidió fichar por el Real Valladolid.
 
Endériz, Álvaro Rubio y Óscar González, Guitián y Marcelo Silva