El zaragocismo recupera la esperanza

Numerosas fueron las cosas positivas que dejó la victoria del Real Zaragoza en el derbi. El equipo blanquillo consiguió remontar por primera vez en lo que va de temporada, frenó la negativa racha de resultados, ganó en un partido siempre especial para la Comunidad y, además, exhibió raza y carácter tanto en el terreno de juego como en la celebración posterior.

Con 1-0 en el marcador tras el gol de Borja Lázaro, el equipo de Raúl Agné se volcó para, primero, buscar el empate y, después, llevarse el encuentro. Así, Dongou igualaba la contienda y Ángel Rodríguez ponía por delante a los suyos. Además, el delantero camerunés marcaba el tercero para dar tranquilidad y los zaragocistas se llevaban la victoria de El Alcoraz.
Con el pitido final, los seguidores blanquillos desplazados a Huesca vivían con alegría los instantes posteriores al derbi. Además, la celebración de los futbolistas de Raúl Agné, especialmente la de Alberto Zapater, ha llegado como una bocanada de oxígeno para una afición que mostraba en las últimas semanas su desencanto con la situación del equipo.
Eran ya cuatro duelos consecutivos sin conocer el triunfo. Una negativa racha de resultados que había llegado al Real Zaragoza hasta la decimoquinta posición de la tabla. Sin embargo, los tres puntos frente a la Sociedad Deportiva Huesca meten al conjunto aragonés en la duodécima plaza y a cuatro de la zona que marca la promoción por el ascenso.
Un sólo partido ha cambiado radicalmente el estado anímico del zaragocismo. Además, este domingo se conocía, a falta de reconocimiento médico y oficialidad, la incorporación del griego Georgios Samaras. La llegada del delantero reforzaría la plantilla de Raúl Agné antes de la visita del Levante UD a La Romareda.