Oportunidad desaprovechada

El Real Zaragoza no ha sabido aprovechar la oportunidad que el destino y Pulido Santana, árbitro del encuentro contra el Sevilla Atlético, le han puesto por delante. Cuando restaban dos minutos para el final del encuentro, Ondoa, guardameta del filial sevillista, ve la segunda amarilla al llevarse el balón cuando este estaba en posesión del conjunto blanquillo y el técnico hispalense se vio obligado a poner a uno de sus jugadores bajo palos. Y en lugar de aprovecharse de las circunstancias e intentar poner el gol de la victoria en el marcador, los blanquillos se encontraron con un gol en contra que dejó en ascuas a la afición zaragocista.

 
La primera jugada tras la expulsión de Ondoa acabó en fuera de juego del Zaragoza, que desperdiciaba así la primera oportunidad cuando se añadían cinco minutos de descuento sobre el tiempo reglamentario. Los de Agné, que ni siquiera se encontraba en el banquillo en el encuentro por tener que cumplir sanción, no lograron doblegar al filial del Sevilla y, en lugar de eso, dejaron que los hispalenses aprovecharan una contra para buscar la segunda amarilla de Marcelo Silva y que este también se marchara expulsado. 
Al saque de esa falta, Ivi trató de sorprender a Saja que lograba rechazar el balón, pero con tan mala fortuna que el rechace se fue de frente y cayó en las botas de Antonio Cotán, que aprovechaba el momento para disparar y poner el 1-2 definitivo en el marcador. 
Una oportunidad de oro desperdiciada que, además, ha terminado suponiendo una derrota en el minuto 93, cuando los blanquillos tenían prácticamente asegurado el punto del empate. La situación en la tabla se complica para los aragoneses que, lejos de luchar por el objetivo del ascenso a la máxima categoría, tendrán que pelear por la salvación en Segunda división. Duro golpe para los aficionados y para los propios futbolistas.