El curioso caso de Jesús Valentín

Jesús Valentín llegó en el pasado mercado de invierno al Real Zaragoza para reforzar la línea más débil del equipo aragonés durante la temporada: la defensa. Tras ser un fijo en los planes de Raúl Agné durante sus primeros encuentros, la llegada de César Láinez al banquillo han dejado al jugador canario en el olvido.

La de Valentín fue una llegada un tanto atropellada. Recién aterrizado en la capital del Ebro, el canario tuvo que debutar como central titular del Real Zaragoza en el primer partido del año ante el Girona. Después de aquello, Raúl Agné apostó por el canario como compañero de Alberto Zapater en el centro del campo en los encuentros a domicilio ante UCAM y Tenerife. Tres partidos y tres derrotas.
Los problemas defensivos del equipo y la lesión de José Enrique llevaron a Cabrera al lateral izquierdo y le permitieron a Valentín volver al centro de la zaga, donde mostró su mejor cara y contó con la confianza del técnico de Mequinenza. La vuelta del lateral valenciano comenzó a restarle protagonismo al canario. Una circunstancia a la que se ha sumado la llegada de César Láinez al banquillo del equipo aragonés. El zaragozano apenas ha confiado en Valentín, algo menos de media hora en sus tres encuentros al frente del Real Zaragoza, en Elche y como centrocampista. Ni siquiera la ausencia de Cabrera ante el Almería le ofreció la oportunidad de volver a la titularidad. Una situación complicada para un jugador que cuatro meses después sigue buscando su sitio.