La maldición de Vitoria

El Real Zaragoza se enfrenta a un doble reto. Por un lado, este domingo buscará seguir con la increíble racha de resultados que ha cosechado en el mes de febrero. Diez puntos de doce posibles ante rivales de entidad (y de la zona alta) como son el Leganés, el Córdoba, el Osasuna y el Lugo. Pero también se enfrentará a una maldición que le persigue en los seis partidos que ha disputado en Mendizorroza en Segunda División. 

Cuatro puntos de 18 posibles en los últimos seis enfrentamientos que el conjunto aragonés ha lidiado en territorio vitoriano. El tropiezo más reciente fue el año pasado, cuando el conjunto que aún dirigía Ranko Popovic salió goleado por 4-0 en un partido en el que nunca tuvo opciones. Para encontrar la otra derrota que ha cosechado el equipo blanquillo hay que remontarse a la temporada 41-42. El resultado fue de 2-0 en contra. 
Entre medio de esas dos derrotas, cuatro empates. Lo que es lo mismo: 4 puntos a domicilio. Son los resultados que ha conseguido en un estadio que no se le da nada bien al equipo de Lluis Carreras cuando el enfrentamiento se ha producido en la categoría de plata. En la temporada 53-54 el duelo se saldó con 4-4, mientras que en la 77-78, en la 08-09 y en la 13-14, el marcador final fue de 2-2.
Ahora el momento puede ser bien distinto. El conjunto aragonés llega como un tiro, con la moral por las nubes y con un estilo de juego eficaz y muy definido. El Alavés, por su parte, no ha estado muy acertado en Mendizorroza esta temporada. De hecho, tiene una seria fuga de puntos cuando juega como local. En 14 partidos disputados en su feudo ha cosechado 28 puntos de 42 posibles. Lo que es lo mismo, ha dejado escapar casi la mitad de los puntos.