Natxo y la frialdad de los números

Tras la decepcionante derrota del fin de semana frente al CD Mirandés, Natxo González, entrenador del Real Zaragoza, se escudaba en el bajó habitual de la tercera semana de entrenamiento en pretemporada, una situación que según la versión del técnico vasco se repite con asiduidad en los equipos que ha ido dirigiendo.

Lo cierto es que las sensaciones que ha dejado el conjunto blanquillo a lo largo de los encuentros amistosos que han tenido lugar a lo largo de las últimas semanas no son las mejores y el equipo comienza a general alguna duda. Una situación que no supone demasiada novedad para el entrenador, que acumula a sus espaldas una notable trayectoria futbolística.
Sin ir más lejos, la pasada temporada, en su vuelta a la Segunda división de la mano del Reus, la pretemporada sirvió también para sembrar de dudas el futuro del equipo catalán. Como sucede esta campaña con el Real Zaragoza, en aquella ocasión los tarraconenses sufrieron una notable reestructuración de plantilla de cara a afrontar con garantías la temporada en una categoría superior. Entonces, como ahora, la misión no era otra que la de conseguir ensamblar una plantilla que superaba con creces la decena de caras nuevas.
La preparación no pudo empezar peor, con una derrota por 2-1 ante el FC Ascó, de Tercera división. Entonces, como ahora, los partidos se sucedían cada tres días, con lo que la siguiente cita fue ante el Villareal C, al que el Reus superó por 0-2. La siguiente parada fue la primera ronda de la Copa Cataluña, en la que los de Natxo se vieron superados por penaltis por el FC Villafranca tras empatar 1-1. Los dos primeros encuentros de agosto los saldó el equipo catalán con victorias ante el Mestalla primero (0-3) y frente al FC Barcelona B después (0-1). El siguiente contratiempo llegó frente al Lleida, que logró imponerse a los reusenses por 0-2. Una preparación que acabó con victoria por 0-2 ante la Llagostera.
Fueron por tanto cuatro victorias, dos derrotas y un empate -definido por penaltis- para conseguir llegar de la mejor manera posible al inicio liguero. Un inicio en el que el Reus fue capaz de ganar al Real Mallorca en la primera jornada (0-1), antes de encadenar tres empates de forma consecutiva (Mirandés, Getafe y Numancia); logrando de esta manera mantenerse invicto durante las siete primeras jornadas de Liga.
Es obvio pues, que el Real Zaragoza ya no puede igualar los números que consiguió el Reus de Natxo González el pasado verano. Sin embargo, el trabajo que queda por hacer, así como las llegadas que se esperan en fechas próximas, todavía pueden revertir la situación de cara a un duro inicio en LaLiga 1,2,3 en el que esperan Tenerife, Granada y Córdoba.