La pretemporada pasa factura

El Real Zaragoza sigue avanzando en su preparación de cara a la temporada 2017/18 de LaLiga 1,2,3 y encara ya el mes de preparación a las órdenes de Natxo González, un tiempo en el que la intensidad del trabajo ha ido aumentando sensiblemente y al que se suman ahora los amistosos de pretemporada.

Y con el inicio liguero a la vuelta de la esquina -18 de agosto en Tenerife-, todos los jugadores apuran sus opciones de convencer al nuevo técnico para partir de inicio en el Heliodoro Rodríguez López, donde la temporada dará el pistoletazo de salida. Un deseo que ha provocado el aumento de la intensidad durante los últimos días, dejando damnificados a su paso. Los primeros en sufrir las consecuencias ha sido Raí, Oyarzun y Grippo.
En el caso del delantero brasileño, una lesión muscular le va a mantener en el dique seco durante la pretemporada que debía ser la de su confirmación como jugador de la primera plantilla del Real Zaragoza tras debutar en la recta final de la pasada campaña. Algo diferente es la situación de los otros dos. En el de Alain Oyarzun, la grave lesión de rodilla sufrida la pasada temporada le obliga a recibir cuidados especiales y parar en caso de sentir molestias en la zona dañada. En cuanto a Grippo, el suizo se había mostrado como uno de los destacados a nivel físico durante la pretemporada, pero un golpe en el partido ante el Villarreal le ha hecho parar y trabajar al margen del grupo en las dos últimas sesiones.
Una serie de problemas que bien pudieran ser la razón por la cual el Real Zaragoza ha decidido parar, suspendiendo la sesión de trabajo planificada para la tarde del viernes, siendo el sábado por la mañana cuando el equipo vuelva a la Ciudad Deportiva, antes de afrontar un nuevo encuentro amistoso, en esta ocasión ante el Levante, recién ascendido a Primera división. Un partido que servirá también para medir el estado anímico del plantel -“plof”, en palabras de Natxo González-, tras los malos resultados cosechados ante rivales de menor entidad.