La Romareda vuelve a rugir

Gran ambiente en las gradas de La Romareda ante el Rayo Vallecano. La afición del Real Zaragoza, pese al jarro de agua fría del pasado lunes en el derbi aragonés, no quiso perderse el partido contra los madrileños y el aspecto de las gradas volvió a estar lleno de color y de gargantas con ganas de animar. 

El equipo no les hizo esperar y en la primera parte la parroquia local pudo disfrutar de los goles de su equipo. Del juego, no tanto, porque el equipo estuvo muchos minutos a rebufo de los Vallecanos. Pero lo importante es que pudieron ver cómo los de Natxo González se iban al descanso con dos goles de ventaja. 
Los momentos clave llegaron en la segunda parte. El inicio de los blanquillos no fue bueno y tras encajar el gol de Raúl De Tomás, dio la sensación de que el equipo aragonés se echó atrás. Sin embargo, fue el momento en el que el público ejerció la figura de jugador número 12. Eso, sin duda, empujó al equipo que, tras resistir esos momentos de agobio, volvió a intentar jugar para conseguir el tercero. 
Pero fue un espejismo y a falta de poco más de 15 minutos fue la poca parroquia del Rayo la que celebró los goles de su equipo. Concretamente el de Trejo. Un mal trago para una afición que, aún así, no dejó de animar y empujar al Real Zaragoza. Pero no estaba todo dicho y el Real Zaragoza volvió a adelantarse con el gol de Pombo, haciendo sonreir de nuevo a unas gradas bien pobladas que, por fin, vieron una nueva victoria.