Una Copa inoportuna

El Real Zaragoza viajará hasta Valencia para enfrentarse al equipo che en el partido de vuelta de la eliminatoria de Copa del Rey. Un encuentro que lejos de la ilusión despertada en la previa a la disputa de la ida, en estos momentos se ha convertido en un auténtico estorbo para los blanquillos, que viven su primera crisis de la temporada.

Lejos queda ya el mes de octubre en el que los valencianistas visitaron el estadio municipal de La Romareda. Entonces llegaba el Real Zaragoza en su mejor momento, tras siete jornadas consecutivas sin conocer la derrota y con la ilusión de quien cree en los imposibles. No fue excesivamente duro el despertar, en un encuentro en el que ambos conjuntos pusieron en liza a buena parte de sus jugadores menos habituales y que tuvieron que resolver los titulares del equipo visitante para decantar la eliminatoria en los últimos minutos con el 0-2 con que se cerró el marcador.
Sin un mes atrás el deseo era por que llegara el partido, la sensación actual es de desear que pase cuanto antes. Desde la ida, el Real Zaragoza sólo ha sido capaz de ganar uno de sus cinco encuentros y en el horizonte apunta un Sporting que no será tampoco un rival fácil. Cuentan sin embargo los aragoneses con la obligación de honrarse a sí mismos y no dejarse llevar frente al Valencia, pero sin duda, será una oportunidad para que Natxo pueda ver nuevamente a los jugadores que han tenido menos minutos y que sean estos los que puedan demostrar que merecen jugar más a menudo.
En cualquier caso, el del jueves será un partido de aquellos en los que se recuerda el proceder al quitar una tirita, pues la única esperanza para los aragoneses es que sea rápido y de la forma más indolora posible.