Natxo en números: la constatación de un inicio nefasto

Acaba un año, el 2017, en el que el aficionado zaragocista ha visto una de las que puede catalogarse como de las peores temporadas de su historia, en la que lejos de luchar por el objetivo marcado en el inicio, se acabó sufriendo para evitar el descenso a 2ªB, una auténtica pesadilla que todavía no ha dejado de atormentar a muchos.

Aquello correspondía a la temporada pasada, la 2016/17, pero el inicio de la actual, la 2017/18, no aporta esperanza para la que la situación en junio de 2018 pueda ser muy diferente. Tras 20 encuentros disputados, el Real Zaragoza ha vivido más pendiente de las sensaciones que de los números, que una vez acabado el año dejan al equipo a un partido del descenso y con unas cifras paupérrimas a todos los niveles.
Es inevitable en una situación como esta que la mirada acuda a la figura del entrenador, principal responsable del equipo y encargado de revertir la situación. Un Natxo González que por el momento se ha mostrado incapaz de imprimir su sello en el plantel zaragocista, algo que se muestra a través de la frialdad de los números. El técnico vasco ha dirigido 20 encuentros al Real Zaragoza con un pobre balance de 5 victorias, 8 empates y 7 derrotas para 23 puntos, lo que sitúa su media en apenas 1,150 puntos por partido. Sus cifras se sitúan por debajo de las de sus inmediatos antecesores, aquellos que llevaron al equipo a la pesadilla y quien consiguió salvarlo.
El que peores números muestra es Raúl Agné, que en 19 encuentros logró 22 puntos, para una media de 1,158; por delante se sitúa Luis Milla con 13 puntos en 11 encuentros (1,182 por partido) y César Láinez con 15 puntos en 12 partidos (1,250). La constatación de los repetidos fracasos deportivos del Real Zaragoza en este último periplo por la Segunda división se ve en los números de otros de los últimos técnicos, todos ellos en la parte baja en puntuación. Ocurre con Paco Herrera, que logró 39 puntos en 30 encuentros (1,300) o con Víctor Muñoz que fue capaz de sumar 34 en 26 partidos (1,308). Por encima de ellos, el entrenador que a punto estuvo de lograr el ascenso, un Ranko Popovic cuyos números se sitúan en 74 puntos en 50 encuentros para una media de 1,480 puntos por partido. Curiosamente el que quizá sea el más denostado de cuantos técnicos han pasado por el club en los últimos tiempos, Lluís Carreras, es el que mejores números muestra con 37 puntos en 24 partidos (1,542), sin embargo, su trayectoria en el banquillo aragonés quedó definitivamente marcada por el desastre de Palamós.
Más allá de los números y con media liga todavía por disputarse, Natxo González cuenta con una ventaja que no tuvo ninguno de los entrenadores anteriormente nombrado. Y es que el técnico vasco cuenta (aparentemente) con crédito ilimitado por parte de la dirección deportiva. Una confianza ciega que le otorga al entrenador la fuerza necesaria tratar para revertir la situación de cara a un 2018 en el que buscará volver a mirar más hacia la parte alta que a la baja de la clasificación.