Juliá frente sus origenes

El Director Deportivo del Real Zaragoza verá por primera vez desde que accedió al cargo como el equipo aragonés se enfrenta a su club de formación.

Lejos queda 1982; más de 30 años desde que Narciso Juliá se vinculara por primera vez al Real Zaragoza. Fue precisamente ese año en el que fichó por el Deportivo Aragón, equipo con el que lograría el ascenso a Segunda División en la temporada 1985-86. Un ascenso que supuso el salto definitivo del Juliá al primer equipo del Real Zaragoza una temporada después y que le llevó a ganar la Copa del Rey de aquel año frente al FC Barcelona y a jugar otra, años más tarde, en 1993 que se perdió frente al Real Madrid. Apenas unos meses antes que una lesión de rodilla le apartara de los campos.
Antes de todo eso, Narciso Juliá había comenzado su vida y su carrera como jugador de fútbol en las categorías inferiores del Girona FC, equipo a cuya primera plantilla accedió en 1979 con apenas 16 años. Un club al que volvería años después y ya como entrenador, después de haber acumulado experiencia junto a Luis Costa, Txetxu Rojo y Juanma Lillo en el Real Zaragoza. Tras un breve paso por el banquillo del equipo gerundense, con el que logró el ascenso a Segunda División, volvería a Zaragoza de la mano de Víctor Fernández en el inicio de la “era Agapito”. De vuelta nuevamente a Girona en la 2009-10 para lograr salvar al equipo del descenso a Segunda División B. El último capítulo de esta historia de Juliá, unido por dos ciudades, fue su reciente acceso a la Dirección Deportiva del Real Zaragoza en la que por primera vez se enfrentará al Girona FC.
Será pues el duelo de corazón partido entre el equipo que le vio nacer y crecer futbolísticamente y que recurrió a él en los momentos más difícil y el Real Zaragoza, el equipo de una vida, en el que pretende construir un proyecto que vuelva al equipo blanquillo al lugar que ocupaba a su llegada, más de treinta años atrás, la Primera División.