Pasado blanquillo en la zaga del Albacete

Dentro de la inestabilidad que ha vivido el Real Zaragoza durante los últimos años, prácticamente desde la entrada del nuevo milenio, una de las grandes consecuencias ha sido la del cambio constante en las plantillas y el paso de un número excesivo de jugadores, que en muchas ocasiones rindieron por debajo de su nivel en La Romareda pero fueron capaces de hacerse un hueco en el fútbol profesional.

Una lista en la que se incluyen nombres como los de dos jugadores que volverán a pisar el césped del coliseo zaragozano el próximo domingo: Gaffoor y Chus Herrero. Ambos futbolistas forman parte de la defensa del Albacete de Enrique Martín Monreal y comparten un pasado común en el equipo aragonés, en el que dieron parte de sus primeros pasos tiempo atrás.
Son, eso sí, dos casos bastante diferentes. El zaragozano se crió como futbolista en la Ciudad Deportiva, donde vistió las camisetas tanto del filial como del primer equipo del Real Zaragoza. Una apuesta precoz de Víctor Muñoz que no acabó de cuajar pese a sumar cerca de cincuenta encuentros con los blanquillos, tanto en Primera como en Segunda división. Después, el aragonés buscó su lugar en Cartagena, Girona, Valladolid y Llagostera antes de recalar en el Anorthosis chipriota –del que estuvo cerca de volver al Zaragoza– antes de vestir la elástica del Albacete.
Por contra, Gaffoor llegó al filial zaragocista tras lograr el ascenso a 2ªB con la Sangonera. En dos temporadas en el Real Zaragoza B –coincidiendo con Chus Herrero en el primer equipo– las lesiones se cruzaron en su camino. Pese a que Marcelino García puso sus ojos en él, llegando a convocarle en tres ocasiones, una lesión truncó su progreso. Algo similar en su segunda campaña, en la que también José Aurelio Gay le convocó, hasta un total de cinco ocasiones, pero nunca llegó a debutar con el conjunto blanquillo, víctima nuevamente de una lesión. A partir de ahí un periplo por Guadalajara, Numancia y Mirandés antes de recalar en el Albacete en la categoría de bronce para lograr el ascenso y la vuelta a Segunda.
Dos jugadores que no pudieron triunfar con el Real Zaragoza pero que llegarán con ganas de mostrar sus cualidades de vuelta a La Romareda, en la que puede ser una de las últimas oportunidades de que estos dos veteranos disfruten del césped de la que un día fue su casa.