Culio se apaga

Cuando Juan Culio llegó al Real Zaragoza no hizo envuelto en la polémica que desataron sus declaraciones como jugador de Las Palmas. En su presentación fue claro: "Pido perdón y lo demostraré sobre el campo". Dicho y hecho. Desde el primer momento como jugador blanquillo, el mediocentro hizo gala de un despliegue total, de un jugador capaz de agitar un partido y conocedor del 'otro fútbol', que muchas veces también aparece durante los partidos. 

Dos buenos partidos ante el Leganés y el Córdoba, y otra gran actuación ante el Osasuna, le hicieron ganarse el respeto de la afición. Esos silbidos y reproches parecía que se tornarían en palmas. Pero en Vitoria, contra el Alavés, el argentino fue expulsado. También estaba cuajando un buen partido, por cierto. Quizá ese fue el punto de inflexión que le hizo perder fuerza, perder chispa. En definitiva, perder presencia. 
Porque tras cumplir su partido de sanción ante el Albacete, Culio ya no ha vuelto a ser el mismo. Contra el Tenerife, el centrocampista estuvo muy desdibujado en el Heliodoro Rodríguez López. Esa incidencia decisiva al participar en una jugada clave o a la hora de dar el último pase, desapareció. Lo mismo ocurrió la semana pasada. Ante el Girona, Culio apenas apareció en un partido que lo necesitó, y más después de la expulsión de Cabrera. 
Hoy su partido ha sido similar con una excepción: ha sido el primero en salir del campo en detrimento de Freddy Hinestroza. Puede que porque ha Carreras no le gustase cómo estaba desenvolviéndose, o puede que simplemente quisiera piernas más frescas. Pero la realidad es que desde su debut hasta hoy, Juan Culio se está apagando poco a poco en la medular del Real Zaragoza.