La amargura de Ayala

Entrevistado por el Periódico de Aragón, el exjugador del Real Zaragoza recuerda con cierta amargura su paso por el equipo aragonés.

Roberto Fabián Ayala fue una de las grandes apuestas de Agapito Iglesias en su llegada a la presidencia del equipo blanquillo. El central argentino, que había fichado por recientemente por el Villareal, abandonaba el equipo castellonense sin llegar a debutar para recalar en un Real Zaragoza con aspiraciones importantes.
En la entrevista, Ayala admite que con 34 años, llegó a Zaragoza en una época “de declive” en lo físico, pero con ganas. Sin embargo, una mala temporada llevó al equipo a Segunda División, algo que achaca a que “se dieron todos los condicionantes y todas las circunstancias”, aunque niega problemas entre los jugadores. El central tiene buenas palabras tanto para Víctor Fernández como para Manolo Villanova, del que dice que “dio ese carácter, esa palabra o ese gesto para empujar al grupo”, pero incide en la culpabilidad propia, de los jugadores “no estuvimos a la altura de la exigencia que supone jugar para no bajar”.
Ayala evita justificar su bajo rendimiento a causa de las lesiones sufridas. Valora positivamente el ascenso conseguido el año siguiente como “una alegría enorme, sobre todo, por la gente”. Por último, guarda cierta amargura en la forma en la que salió del club aunque admite sentir cariño por el Real Zaragoza como por el resto de los clubs por los que ha pasado por “la gente, la afición y el sentimiento”.