Queman foto de Kim Jong-un en protesta contra participación del Norte en JJOO
Un grupo de manifestantes quemó hoy una foto del líder norcoreano, Kim Jong-un, durante una protesta en Seúl contra la participación de Corea del Norte en los Juegos Olímpicos de Invierno programados para febrero en el condado surcoreano de PyeongChang.La manifestación, en la que además se quemó una bandera de Corea del Norte, fue convocada por el grupo de extrema derecha Partido de Patriotas Coreanos frente a la estación central de tren de Seúl, informó la agencia de noticias Yonhap.
Ese lugar fue elegido porque una delegación norcoreana que visita Corea del Sur para comenzar a coordinar la participación de su país en los Juegos, que arrancarán el 9 de febrero, tenía previsto llegar a la estación procedente de la ciudad oriental de Gangneung, una de las sedes del evento deportivo.
De hecho, la visita de esta avanzadilla está marcada por el fuerte dispositivo de seguridad en torno al grupo para evitar cualquier posible agresión.
Los manifestantes leyeron un comunicado en el que denunciaron que los "JJOO invernales de PyeongChang se están convirtiendo en los Juegos Olímpicos de Pyongyang y Kim Jong-un, que promueve su régimen y su armamento nuclear", antes de proceder a la quema de símbolos norcoreanos y también de la llamada bandera "unificada".
Además de acordar la participación norcoreana en PyeongChang, los dos países, que técnicamente se mantienen en guerra desde hace más de 65 años, decidieron la semana pasada que formarán un equipo conjunto de hockey sobre hielo femenino y que desfilarán juntos en la inauguración bajo la bandera "unificada".
Estos acuerdos son fruto de las reuniones de alto nivel celebradas a principios de mes entre las dos Coreas tras dos años sin encuentros marcados además por una tensión creciente ante los avances armamentísticos norcoreanos.
Ambos países decidieron además en esos encuentros mantener en el futuro diálogos militares para evitar roces fronterizos.
Se cree que la participación norcoreana en PyeongChang puede ayudar a rebajar la tensión regional tras un 2017 marcado por las continuas pruebas de armas norcoreanas y las amenazas con las que ha respondido al régimen de Pyongyang el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.