La cruel realidad de la gestión de Florentino Pérez que Zidane intenta tapar
Zinedine Zidane, resignado, sólo puede pensar en la competición. El entrenador francés volvió al Real Madrid con la ilusión de rejuvenecer y realzar un proyecto caído pero un mercado de fichajes después y varias promesas incumplidas, al míster no le quedará otra que 'ocultar' las diferencias en la planificación e intentar acumular el mayor número de victorias de aquí a final de temporada.
Ni el adiós de Gareth Bale, ni la continuidad de Keylor Navas, ni las salidas de Mariano o James Rodríguez, ni la llegada de una estrella del PSG como Mbappé o Neymar, ni mucho menos el gran deseo del entrenador Paul Pogba. Ninguna se cumplió y el optimismo inicial instalado con Eden Hazard se desvaneció muy pronto.
Tras los más de 300 millones invertidos en nombres como Eden Hazard, Luka Jovic, Rodrygo o Ferland Mendy, la única realidad es que Zinedine Zidane tiene una alineación prácticamente igual a la del pasado año. Florentino Pérez ha incorporado un excelente equipo... de suplentes.
Con dicha situación, y con la buena relación que mantienen tanto el entrenador como el presidente, Zinedine Zidane se empeña en ocultar sus pensamientos y se limita a comentar en sala de prensa que "los jugadores que están aquí son los que tenemos, son los que tienen que pelear por los puntos cada fin de semana". La decepción es evidente.
Los resultados pondrán nota al trabajo realizado por Florentino Pérez y la dirección deportiva a final de temporada pero ni el inicio ni las sensaciones de Zidane ante los medios de comunicación invitan al optimismo.
La temporada, por suerte para el aficionado madridista, apenas ha comenzado y el próximo mes de enero el club tendrá la oportunidad de sumar nuevos nombres a una plantilla que no convence ni a su propio entrenador.
