Es imprescindible para Ancelotti y habla así de su futuro en el Real Madrid: "Mi padre va a decidir todo"
La sonrisa de Rodrygo Goes expresa algo distinto a la palabra. A los nervios que siente y que no oculta horas antes de su primera final de la UEFA Champions League en una entrevista con la Agencia EFE. El brasileño, agradecido a Carlo Ancelotti por los consejos que han impulsado su crecimiento, pasa página del 'caso Mbappé', asegurando que el francés no se ha reído del Real Madrid, pero centrado en la final contra el Liverpool.
En su extensa entrevista, en la que jura amor eterno al Real Madrid, cuenta cómo Ancelotti le ha ayudado: "Me ha ayudado mucho porque siempre habló conmigo, me pidió tranquilidad, me dijo que las cosas iban a salir bien. Desde el primer día ha sido una persona especial para mí, ha hablado mucho conmigo siempre, me ha dado muchos consejos que me han ayudado bastante".
En 2019 Rodrygo firmó por seis temporadas con el Real Madrid. Tras la final cumplirá la mitad de su contrato, le preguntan si ha llegado el momento de firmar su renovación: "Es algo de lo que vamos a hablar después, yo no sé nada, mi padre va a decidir todo porque yo estoy enfocado en la final de la Champions".
El plantón de Mbappé, visto desde el vestuario
P: A su crecimiento progresivo en el equipo, ¿le viene bien que finalmente no venga Mbappé?
R: No es algo que estuviese pensando, tengo una final de Champions por jugar y solo pensaba en esto, no en Mbappé que es una cosa que el club tenía que resolver. Ya no está aquí, sabemos que no viene y no podemos hablar de él. Es un grandísimo jugador pero no debemos hablar de él.
P: Tras saber que Mbappé no iba a fichar por el Real Madrid, subió una foto suya besando el escudo. ¿Era un mensaje al francés o pura casualidad?
R: Mi pasión es jugar en el Real Madrid, estoy muy feliz por eso y no tiene que ver con otra gente. Es solo cosa mía.
P: ¿Se ha reído Mbappé del Real Madrid?
R: Creo que no, pero no puedo hablar de algo sin saber lo que pasó. Lo único que sé es que un día iba a venir y al siguiente no, pero no sé por qué no quiso venir, solo que es jugador del PSG y que nosotros tenemos que estar enfocados en lo que tenemos.
Rodrygo, el Real Madrid y la Champions
En su recuerdo de finales europeas conquistadas por el Real Madrid, hay un momento inolvidable, el gol de Sergio Ramos en Lisboa en el minuto 93. La lección de un emblema madridista que celebró con locura en su casa de Brasil cuando soñaba con ser madridista. Ahora, es Rodrygo el que representa ese espíritu de lucha, nunca dar nada por perdido y luchar hasta el final por un escudo que le inspira.
P: Es su primera final. ¿Siente más nervios o una especial presión antes del partido?
R: Esta semana está siendo de nervios, estoy ansioso porque llegue el momento de la final. Es mi primera y es normal. Los compañeros siempre me dicen que estaban muy nerviosos en su primera final. Es lo que estoy sintiendo. Unos nervios buenos por querer jugarla.
P: Su papel ha sido decisivo para poder llegar a París. ¿Cómo se siente en el papel de salvador?
R: Me estoy sintiendo muy bien, importante para el equipo, muy feliz por vivir estos momentos de ser importante, de meter goles cuando ya estábamos casi muertos y el equipo siempre remontó. Estoy muy contento y espero que todo valga la pena en la final.
P: ¿Cómo puede explicar lo que siente un jugador del Real Madrid para no rendirse nunca?
R: Es una cosa que de verdad no se puede explicar. Yo, la verdad, es que no sé lo que pasa. Cuando nos marcó el Manchester City, miré el escudo y pensé, si hemos remontado otras veces, podemos hacerlo otra vez. Fue una cosa de locos meter dos goles en menos de dos minutos. No tiene explicación pero lo que sí se es que la afición tiene un papel importante, porque nos ayuda mucho y es siempre especial.
P: Esos dos goles en 89 segundos son el momento de su carrera. ¿Cómo lo recuerda?
R: De todo lo que viví, me quedo con una cosa bonita: cuando el árbitro añadió seis minutos, la gente empezó a gritar como si fuera un gol y era solo el tiempo añadido. Ahí la gente empezó a gritar y lo que pasó desde ese momento fue una cosa de locos.