Rubén Baraja, de líder del Atlético B en Segunda a míster salvador en el Valencia
El Atlético de Madrid tendrá un partido especial y difícil ante el Valencia CF esta jornada en LaLiga Santander. Uno de esos alicientes es el regreso a casa de un histórico jugador de su segundo equipo y futbolista de una temporada y media del primer equipo, y hoy entrenador del conjunto ché, Rubén Baraja.
El hoy entrenador del Valencia CF llegaba al segundo equipo colchonero procedente del filial del Real Valladolid. Tal era la calidad que mostraba en las categorías inferiores del conjunto blanquivioleta que en la 1993-94 debutaba en primera con el conjunto de Zorrilla. La temporada siguiente volvió a jugar a caballo entre el filial vallisoletano y el primer equipo. La 1995-96 jugó la temporada completa en el primer equipo.
Baraja fue tercer ayudante de Gregorio Manzano en el Atlético
En el verano de 1996, decidía dar un paso atrás pensando en dar dos hacia delante. Viajaba a la capital para entrar en la disciplina del filial del Atlético de Marid. Allí permaneció dos años y medio. Cabe destacar que aquella 1996-97, mientras que Rubén Baraja comenzaba su etapa en el conjunto 'B' del Vicente Calderón, Diego Pablo Simeone jugaba su última temporada de la primera etapa que vivió en el entonces club del Manzanares.
El equipo B rojiblanco con él en sus filas fue mejorando sus posición clasificatoria hasta acabar en aquella segunda plaza en 1998-99, solo por detrás del Malaga CF. En ese segundo equipo se encontraban nombres como Tevenet, Quinton Fortune, Lawal, Pablo García, que luego jugarían tanto en Primera División, como en el caso de Fortune en el Manchester United.
Esa temporada volvería a tener posibilidades para jugar con el primer equipo del Atlético de Madrid un total de catorce partidos, doce de ellos de titular. La temporada siguiente fue la fatídica del descenso con él jugando desde el once 24 de los 37 encuentros que disputó. Ese descenso a Segunda del conjunto rojiblanco facilitó su llegada al equipo ché. Una caída de categoría que desde el conjunto del murciélago no querrán vivir.