No hay final, pero hay honor
Por favor, indica por qué quieres reportar este vídeo:
-
VÍDEO. El resumen del duelo en el Palau
-
GALERÍA. Lo mejor del partido, en fotos.
-
Escándalo: ¡Navarro estuvo 6 segundos en la zona!
No habrá final para el Unicaja, pero nadie la ha merecido más. Echa el telón a un año magnífico en el que los malagueños han peleado contra gigantes y ha llegado hasta donde ha podido y hasta donde le han dejado. Cayó en el quinto partido de la semifinal ante el Barcelona por 77-74, con un triple desesperado desde su cancha de Granger con dos segundos de posesión.
Al final, después de las dos palizas con las que comenzó la serie y con los dos épicos choques del Carpena, todo se redujo a 37 segundos. Fran Vázquez había puesto el 72-72 después de unos momentos críticos en los que el Barcelona parecía que se escapaba con unos pasos claros de Tomic, que hizo el 72-66. Pero ahí estaba Navarro para meter un triple casi definitivo. La contestación del Unicaja fue un triple de Suárez que no entró.
Aun así, el Unicaja no desfalleció. Tuvo que hacer varias faltas para meter al Barça en bonus. Huertas fue el primero en ir a la línea de personal. Metió uno y el gladiador Stefansson se fue como un loco a la canasta azulgrana para poner el 76-74. Doellman fue el siguiente en acudir al tiro libre. Anotó uno, pero bastó porque no le quedaba tiempo a los malagueños para nada que no fuese desesperado e improbable.
Lo tenía todo en contra el equipo de Joan Plaza. La historia general, en el que no se conocían precedentes de hombradas como la que rozó el Unicaja, y la historia particular, que dice que el Barcelona es un muro que no se puede traspasar en playoff. Sigue intacta la estadística, pero ha temblado. Porque fue emocionante ver el Unicaja remar río arriba. Y conviene que no se olvide la cantidad de cosas que los árbitros le han permitido al Barça en estos cinco partidos. Faltitas y pasos por doquier. En un duelo tan ajustado, ustedes dirán si influye o no.
El partido fue espectacular. El Unicaja no estuvo por debajo en el marcador hasta el tercer cuarto, gracias al par de triples que Satoransky anotó para cerrar el segundo cuarto y abrir el siguiente (38-37). En los primeros 20 minutos Granger dominó el encuentro a su antojo, pero Markovic había visto la tercera nada más arrancar el segundo parcial y eso le obligó a jugar más minutos de los que a Plaza le habría gustado.
Llegó con la gasolina justa el Unicaja, castigado en el plano físico y mental, pero le llegó para acabar el tercer cuarto con 57-57, con un cierre espectacular de Caleb Green, que metió tres canastas de alta costura. Con todo el desgaste que hubo era normal que el Barcelona sacase ventaja de su fondo de armario, aunque la clave de todo fue el dominio culé en el rebote ofensivo (19 capturas de ataque). Pero el Unicaja le ha hecho explorar sus límites y eso dice mucho de los hombres de Plaza. Se acaba el curso, sí, pero se han dado los pasos necesarios para seguir construyendo algo grande. Honores a estos héroes, que cayeron como espartanos.
Lamentable el arbitraje. No se debe consentir, que sistemáticamente, los árbitros ayuden al Madrid y al Barca, tanto en futbol, cómo en Baloncesto.