El Unicaja se engrasa (70-59)
Parece que el Unicaja va engrasando la maquinaria, que se reajusta en ACB y que es capaz de imponer su mayor calidad de plantilla ante rivales serios como el Joventut. 70-59 final y una imagen muy mejorada. Cuatro triunfos consecutivos en Liga Endesa, algo que hacía mucho que no pasaba para el conjunto de Joan Plaza.
No tardó mucho en destacar Mallet entre todos los tiradores sobre la cancha, aunque el Unicaja estaba metido en el partido y procuraba defender lo mejor posible a un equipo como el Joventut, experto en fusilar desde el perímetro. Lo peor del primer parcial fue que con dos faltas y apunto de dejar su sitio a Cooley, Fran Vázquez protestó una acción en la que tras un canastón reclamaba personal y le señalaron técnica (11-11).
Desde eso momento el partido entró en una fase de cierta igualdad en la que incluso llegó a ponerse seis arriba el Unicaja (19-13). El parcial terminó con 19-16 y una cierta sensación de control cajista. Pero en el segundo cuarto el equipo de Plaza mostró su peor cara desde la línea de tres puntos. Cero de diez después de 20 minutos en triples para una escuadra que sobrevivía por el rebote de ataque. Contrastaba esto con un Joventut que se fue 36-40 gracias a un triplazo de Paul en los instantes finales.
El descanso sentó muy bien al Unicaja, que maniató al Joventut y comenzó a creer y a crecer. Además, dos triples de Suárez rompieron la sequía exterior del conjunto verde (52-44). Las sensaciones eran buenas, pero un 0-5 final de la Penya hizo que el marcador no corrobarase tal mejora antes de entrar en el último cuarto (54-50).
Pero en el último asalto terminaron de confirmarse esas sensaciones. El equipo defendió bien, peleó por cada balón con hambre y fe y tuvo a un Nedovic que jugó uno de sus mejores partidos como cajista. No tanto por sus números o por sus dos o tres acciones espectaculares, sino por parecer una pieza más del engranaje. También fue una gran noticia ver a Suárez sumar algo más que intangibles o a Kuzminskas mejorado. Ellos, junto a los que siempre dan la cara como Thomas, Cooley y Díaz, sellaron un triunfo que invita al optimismo.