El espíritu de la zona 2-3
Por favor, indica por qué quieres reportar este vídeo:
El Unicaja Baloncesto acude a Valencia a conquistar un título y también para volver a la Euroliga. El equipo malagueño puede regresar a la máxima competición continental y hay una coyuntura pasada que recuerda bastante a esta situación, con sus matices diferentes. Eran los cuartos de final de la Liga ACB de la temporada 2003/04. 2-2 tras una eliminatoria a cinco partidos. Quien ganara jugaría las semifinales y, de paso, se metería en la siguiente Euroliga.
En la memoria está que ese día Sergio Scariolo ordenó una defensa zonal durante los 40 minutos, una 2-3 que se acabó indigestando a un enorme Valencia, con talentos como Oberto, Tomasevic o Rigaudeau. Hace pocas semanas, Sergio Scariolo recordaba ese partido en el coloquio que se celebró en Vitoria con motivo de los 40 años de la entidad durante la Copa del Rey.
"Ese partido fue un frenazo al entusiasmo, al empuje de Juan Roig, que ahora sigue admirablemente, en Valencia. No estar en Euroliga con esa calidad de jugadores fue un palo. Teníamos la sensación de que éramos más débiles en cualquier caso, no podíamos ir a competir de cara. Allí nos metían por 20 y después en casa ganábamos sudando muchísimo", relató Scariolo, que explicó cómo mentalizó a sus hombres: "Después del tercer partido, tras otra paliza, le dije a los jugadores que teníamos que ganar el cuarto como fuera. 'Tengo una idea que os comentaré, pero tenemos que ganar esto a cara de perro'. Ganamos con un partidazo de Giannoulis, que fue un temporero que resultó clave. La idea es que se encontraran algo diferente en el quinto. Íbamos 14 abajo al descanso, pero quisimos morir con la idea que teníamos, defender en zona 40 minutos. No es magia, simplemente llega el momento en que no metes, te angustias: a 9, a 6, a 4... Si ellos mantienen la solidez, de ninguna manera, ni jugando con seis, ganamos. Pero mantuvimos la fe y se les hizo un Everest".
El espíritu de esa zona 2-3 durante 40 minutos, del ingenio de Sergio Scariolo y de la fe de sus jugadores en un equipo en el que estaban Cabezas, Berni y Germán más jugadores carismáticos como Louis Bullock, Walter Herrmann o Frederic Weis.