Más charlas como plan de choque
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Míchel: "¿Dimitir? Hay gente por encima que debe tomar esas decisiones"
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Bueno, ya se entrena
El Málaga se hunde en la tabla sin que nada ni nadie sepa cómo remediarlo. El equipo blanquiazul volvió a perder este lunes ante el Espanyol y se desangra lentamente y a la vista de todos. El club, aunque siempre a la merced de un presidente ausente, caprichoso, y cada vez con menos apoyos sociales, se sigue mostrando inmovilista con el banquillo. La cuerda floja parece eterna para Míchel, que anoche reiteró que no va a dimitir. Lo único bueno de un saco de males sin fondo, si es que es algo bueno, es que el equipo juega el viernes otro partido, quizás el definitivo para tomar decisiones drásticas. O quizás no, quizás la vida siga igual. O quizás, ésta es una probabilidad minúscula, el equipo gane.
El caso es que esta mañana el Málaga volvió a los entrenamientos aún con las retinas frescas del esperpento que brindaron sobre el campo horas antes. Hubo charla interna. La plantilla se reunió en el interior de las instalaciones del Ciudad de Málaga y se miraron todos las caras. Jugadores y técnicos conversaron durante media hora antes de salir al césped. No es la primera vez que ocurre esta campaña, aunque el resultado en las anteriores ha sido nulo. Como plan de choque, la charla y el diálogo también han quedado en evidencia. No han servido para absolutamente nada.
Sobre el terreno, además de ver por primera vez a Alberto Bueno, tercer fichaje de invierno, con la camiseta del Málaga, se pudo apreciar en el tiempo permitido para la prensa otra conversación privada, en este caso entre el entrenador Míchel y el capitán Recio. Ambos charlaron al menos quince minutos en el centro del campo sin que trascendiera el contenido de un diálogo aparentemente tranquilo y con continuas gesticulaciones del paleño. Así que la vida sigue igual, ya con Bueno, en el Ciudad de Málaga. Míchel se sentía carne de cañón si perdía, y así se lo dijo a los suyos antes del partido, pero por ahora continúa la inacción sobre su figura, con las charlas, privadas y públicas, como vacuo plan de choque antes de viajar a Getafe.