Daniel Strindholm, un vikingo internacional en La Academia
Una de las señas de identidad larvada en los últimos años en La Rosaleda es propiedad de la Guiri Army. Su "¡Oh Málaga, is wonderful!" es uno de los gritos de guerra favoritos. Es un proceso inevitable y aplaudido la identificación de los múltiples foráneos que vienen a vivir a la Costa del Sol con el Málaga. Se vive, de hecho, la eclosión de Jack Harper, un escocés de Fuengirola. En La Academia fermentan varios jugadores con raíces fuera de España pero nacidos o crecidos desde tierna edad en Málaga. Es el caso, entre otros, de Daniel Strindholm.
Strindholm es un portero que esta temporada defiende la portería del San Félix (está en su segundo año de juvenil), y que la semana pasada debutó con la selección de Suecia sub 18. Nacido en 2001, llegó en 2008 a la Costa del Sol desde su Estocolmo natal. Su padre, Andreas, encontró un trabajo aquí. Es un hombre de negocios que era gran aficionado al AIK Solna, en el que Daniel ya jugaba desde los cuatro años.
El Málaga captó a Daniel Strindholm cuando jugaba en San Pedro de Alcántara, concretamente en el Costa Unida CF. En una entrevista en la web de la Federación de Suecia, Daniel se confiesa malaguista: "He tenido el abono toda mi vida, desde que llegué a España, y también fui a partidos fuera de casa. Estuve 15 horas en autobús cuando el Málaga jugó contra el Oporto en la Liga de Campeones. Y estuve en Dortmund también. Soy un gran aficionado al Málaga".
La historia de Strindholm es curiosa, porque el malaguismo le viene por vía paterna. "Mis padres se casaron y luego fueron y vieron un partido del Málaga juntos. Mi padre tuvo incluso una prueba con Málaga cuando tenía 19 años. Y, exactamente en el mismo lugar de entrenamiento donde la hizo, tuve yo mi primer entrenamiento de prueba con Málaga", confiesa divertido el joven guardameta.
Strindholm ya se ejercitó alguna vez la temporada pasada con el primer equipo, a las órdenes de José González, cuando estaba en el juvenil de Liga Nacional. "Fue muy gracioso. La primera vez estaba muy nervioso. Tenía que conocer a todos mis ídolos y hablar con ellos", reconoce Daniel: "Mi sueño es debutar en el primer equipo. No sucederá este año. Hay tres porteros y otros más en el filial y el juvenil. Pero quién sabe qué pasará en el futuro. Estoy bien, tal vez el próximo año o el otro...".
El escandinavo se define como un portero al que le encantan "las situaciones de uno contra uno. Me siento bien en el juego aéreo y mantengo una buena concentración en todos los partidos. Normalmente no me pongo nervioso. También estoy tratando de ser un portero muy físico, me gustaría ser caracterizado por eso. Que la gente me vea y piense 'ahí viene el vikingo'. Cuando estaba entrenando en uno de los equipos me llamaban el Vikingo".
La evolución de Strindholm ha llamado la atención de los técnicos de la Federación sueca, que le reclutaron por primera vez este septiembre para jugar con la sub 18. Disputó dos amistosos, en Hälsingland, ante Rumanía (1-1) y Austria (1-0), recibiendo en uno de los partidos el galardón de mejor jugador del partido. "Fue absolutamente increíble. Un sueño que logré. Siempre ha estado en la parte superior de mi lista de prioridades y ahora está conseguido. Ha sido probablemente la mejor semana de mi vida, tuve un debut en el equipo nacional", relata el joven malaguista, que ahora se centra en luchar por la titularidad en el San Félix.
"A Daniel lo hemos seguido a través de vídeos y contactos con personas en el fútbol español. No estábamos preocupados por llevarlo a la selección nacional y ha crecido increíblemente. Es un portero seguro que hizo muchas buenas paradas durante los partidos", le analizaba Tomas Turesson, técnico de la Federación, que seguirá los pasos del particular vikingo del Málaga, que sueña con guardar la portería de La Rosaleda, donde con frecuencia se canta esa sintonía de Pippi Långstrump...
