Ezaki Badou, cuando tu icono es tu mentor
Sus recuerdos en España son más bien borrosos por la lejanía. Quien les escribe, por ejemplo, no olvida aquella estampita de los 90 cuando Zaki Badou, entonces Ezaki, defendió la portería del Mallorca, llegando a ser capitán y a disputar una final de Copa del Rey. Otros rescatan que fue de los pocos porteros que logró detenerle un penalti a Ronald Koeman. En el cuadro bermellón marcó una época, pero en su país Zaki es una leyenda. Catalogado como el mejor meta de la historia de Marruecos, es junto a N’Kono el único cancerbero con un Balón de Oro africano.
Zaki fue después entrenador de la selección de Marruecos en dos tramos y, curiosamente, el técnico que reclutó a Munir para defender la portería de los ‘Leones del Atlas’. En 2015 lo vio en directo en Soria y al mes lo hacía debutar en Agadir contra Uruguay. Así, si Zaki Badou fue el portero de Marruecos en el Mundial de México 86, Munir lo fue años después en Rusia 2018. El segundo tiene mucho que agradecerle al primero.
“Ha sido clave, porque fue el primero que me convocó, que confío en mí y le estoy muy agradecido, el debutar con la selección fue para mí algo inolvidable”, destaca Munir en una entrevista con ElDesmarque Málaga, en la que añade: “Que fuese con él, que era un icono futbolístico porque ha sido el mejor portero de la historia de Marruecos, poder compartir con él esa experiencia y aprender de él, para mí fue algo sublime e increíble”.
Munir siguió en los planes de la selección con el relevo en el banquillo en 2016. El francés Hervé Renard, un clásico en los combinados africanos (Ghana, Zambia, Angola, Costa de Marfil…) sigue contando con él y le dio los guantes titulares en Rusia pese a que no había jugado en todo el año con el Numancia. Ahora lo alterna con Bono en la portería, pero Munir sigue yendo con Marruecos, en parte gracias a que en 2015 su icono futbolístico en Marruecos fuese también su mentor.