Fiesta completa en el Carpena (113-76)
Es una de las rémoras de la Eurocup, una primera fase donde conviven conjuntos de un rango inferior. Lo es el Mornar Bar, que vive su primera experiencia europea tras dominar en Montenegro. Apura sus opciones de pasar al Top 16 en un año histórico para el pequeño club balcánico. Se marchan maltrechos del Carpena, tras una derrota albultada en lo deportivo, pero severa en lo anímico. Campó a sus anchas el Unicaja (113-76), por momentos espectacular. Buenas sensaciones en una actuación coral de un equipo que respetó al rival de principio a fin, lo que le honra. Luchará por el primer puesto tras el receso competitivo por las ventanas FIBA.
Sabe leer este Unicaja las vías de fuga rivales. Interpreta los partidos y actúa en consecuencia. Shermadini rompió su techo verde en Bar, indetectable para los montenegrinos. El georgiano, con ayuda de Wiltjer, avasallaba por dentro. Se combinaban para fabricar 14 puntos en un equipo espectacular por momentos y que se gustaba. El Mornar lo sufría de cerca y sólo un par de triples le insuflaban aire (20-7). Movía el árbol Casimiro y ahora percutía Lessort, que estiraba (29-10). Fluían los cajistas, que compartían el balón (10 asistencias en el primer cuarto y 18 al descanso) y anotaban con facilidad (31-15).
Tenía Jaime las llaves y volvió a pisar el acelerador, el vértigo que quiere el técnico. Salin, alabado por el manchego en la previa, aumentaba con tres triples. El finlandés, sin bajar el listón atrás, está encontrando su hueco para producir en el otro lado. El Unicaja doblaba al Mornar Bar con 13 puntos del escolta (55-28). El entrenador verde repartía esfuerzos y daba pista a Okouo. Le penalizaba Bobby Brown, aunque los malagueños seguían de dulce. En 20 minutos, 62 puntos, igualando el techo del club en competiciones europeas, forjado semanas atrás en Turín. A tres unidades de la barrera histórica. Guarismos que daban alcance de la superioridad cajista, que se iba con un amplio 62-41.
Tenía otra ráfaga Shermadini, que anotaba de múltiple formas. Exhibía su mejor catálogo al poste, pero también una parcela donde viene creciendo desde su llegada a Málaga. Robo a pista de pista y mate en contraataque. Es extraño ver a un siete pies en esa tesitura, pero es un campo de mejora que recorre. El Unicaja disfrutaba y rizaba el rizo. Una jugada de All Star de un Jaime con tintes callejeros en su baloncesto. El madrileño tiraba el balón contra el tablero para que el georgiano la machacara a su llegada. Jugada que ilustra el momento que vive el equipo a todos los niveles.
82-52 tras otro movimiento exquisito del pívot, que se ponía con 19 puntos. Los malagueños anotaban en 30 minutos lo que promediaban en 10 más. Selló la séptima victoria consecutiva mientras se acercaba a muchos récords del club. Superaba la marca anotadora en competiciones europeas en casa, 104 ante la Virtus de Roma en la temporada 2010/11 de la Euroliga. A dos puntos del muro histórico del club de Los Guindos, 115. Por supuesto, derribada la de esta temporada, de 105 en el Palavela turinés. Casimiro le dio la alternativa al joven Pablo Sánchez, que abrió su camino ante el Rytas Vilnius. El linarense anotaba su primera canasta con el primer equipo tras pase de Lessort. Noche redonda para continuar con una marcha excitante.
Ficha técnica:
Unicaja 113 (31+31+26+25): Roberts (13), Milosavljevic (9), Waczynski (4), Wiltjer (17), Shermadini (19) - cinco inicial - Jaime Fernández (14), Pablo Sánchez (2), Salin (17), Díez (6), Suárez (2), Okouo (-), Lessort (10).
Mornar Bar 76 (15+26+13+22): Brown (18), Drenovac (6), Waller (-), Micovic (10), Lukovic (10) - cinco inicial - Koenig (8), Pavic (-), Vujosevic (2), Pavicevic (-), Sane (8), Vranjes (14), Rebic (-).
Árbitros: Lamonica, Pastusiak y Balak. Eliminados: Landing Sane.
Incidencias: partido correspondiente a la jornada ocho de la fase de grupos de la Eurocup disputado en el Carpena ante 5.330 espectadores.