A prueba el 'efecto Víctor' sin Víctor
El Zaragoza, próximo rival del Málaga, está viviendo una temporada muy convulsa. El equipo maño, que arranca cada campaña bajo el claro objetivo de regresar a Primera División, ha visto desfilar por su banquillo a tres entrenadores en apenas cuatro meses. Primero fue Imanol Idiakez. Luego Lucas Alcaraz y, actualmente, lleva la manija del proyecto el técnico con el que alcanzó la gloria en la década de los 90, Víctor Fernández.
El regreso de Víctor a La Romareda ha provocado un brusco cambio de rumbo en el equipo. Su Zaragoza fue reconocido por su apuesta futbolística de ataque y buen gusto por el balón. Libreto que trata de recuperar para intentar reconducir una situación crítica (cogió al equipo en zona de descenso, con 16 puntos). Sus dos primeros encuentros al frente del cuadro aragonés se han saldado con victorias (2-1 ante el Extremadura y 1-2 frente al Sporting de Gijón). Pero ante el Málaga Víctor Fernández causará baja. El técnico fue expulsado en su debut ante el Extremadura y no podrá estar en el banquillo frente a los de Muñiz.
Así las cosas, el Málaga pondrá a prueba el 'efecto Víctor' con el preparador maño lejos de su banquillo. El lavado de cara del Zaragoza tras su llegada ha sido absoluto. No sólo en cuanto a resultados (seis puntos de seis), también en cuanto a propuesta, juego y manera de afrontar la competición. Este nuevo Zaragoza quiere dominar los partidos, jugar en campo contrario y busca siempre la portería rival. Un estilo muy diferente al que trataron de implantar, sin éxito, Idiakez y Alcaraz.
"El estilo de juego de Víctor, a mí personalmente, me gusta mucho. Da trato de buen gusto al balón, es muy ofensivo pero sin olvidarnos de que el trabajo defensivo también existe. Incide mucho en el robo tras pérdida y al jugador y al equipo le va a venir bien, va a ser una pieza fundamental para el estilo que él quiere. Estos dos últimos partidos, con sendas victorias, se ha visto un equipo más fiable. Que no concede tanto, que quiere llevar el peso del partido y estamos dispuestos y con muchas ganas de que llegue el partido, intentar sacar los tres puntos que nos permitan salir de esa zona crítica", apuntaba este jueves Íñigo Eguaras.
La Romareda ha recuperado la fe y la esperanza. Al Málaga le aguarda en Zaragoza un rival con hambre y en su mejor momento de toda la temporada. El efecto Víctor supone una seria amenaza, aunque este domingo no se le verá en su hábitat a pie de césped.