Muñiz y el ‘Síndrome del descendido’
El entrenador del Málaga Juan Ramón Muñiz explicó en la rueda de prensa previa al encuentro que su equipo disputa este sábado ante el Extremadura en La Rosaleda (16:00 horas, LaLiga 123TV) la situación que lleva viviendo el cuerpo técnico y la plantilla toda la temporada, a la que ha titulado como el 'Síndrome del descendido'.
Según Muñiz, la base de este síndrome es, principalmente, el pensar que el paso por LaLiga 1|2|3 va a ser un tránsito rápido para volver a Primera: "No nos puede sorprender, lo sabíamos desde el principio. Sabíamos que era difícil conseguir victorias, que la zona de arriba iba a estar muy apretada. Todo lo que pase lo tenemos que tener totalmente controlado. Esto es la Segunda, lo demás era una fantasía. Estamos en abril y el equipo está compitiendo por ascender. El síndrome del descendido lleva pesimismo radical desde el primer día. El equipo empezó a competir francamente bien durante muchos meses. Quedan dos meses en los que el equipo se está jugando lo que había iniciado para jugarse. En otros equipos también está ese pesimismo, pero llevamos ahí toda la temporada, y otros equipos muy buenos no están ahí y se están jugando el descenso. La Segunda es lo que tiene, y tenemos que saber dominar esas situaciones".
Para el técnico malaguista no fue negativo la racha de victorias del arranque de temporada en el plano de hacer pensar que iba a ser sencillo conseguir el ascenso. "Una racha de esas nos está aguantando en posición ocho meses después. Pero esa racha no es fácil de conseguir, si conseguimos esa racha ahora ascendemos. Vemos que cualquiera puede ganar, hay partidos que ganamos y pudimos perder y al revés. Son nueve partidos y uno lo tenemos ganado. La cosa no está tan negra, ni tan blanca, pero estamos en la pelea de aspirar a lo máximo", explicó Muñiz.
El asturiano ahondó en su teoría del 'Síndrome del descendido' valorando los estados de ánimo actuales en la zona media-alta de la clasificación y aprovechando para lanzar un mensaje a su afición: "Veo equipos y ciudades que vienen por detrás que parece que ya lo han conseguido y nosotros, que vamos por delante, parece que no lo hemos conseguido. Eso es lo que considero el síndrome, que parece que hay que ascender en enero. El equipo está compitiendo por ascender, y quedan ocho partidos, pedimos el apoyo incondicional de la gente. Somos más fuertes con ellos. Si podemos hacer que La Rosaleda sea inexpugnable nosotros haremos el resto. Jugaremos mejor o peor, pero moriremos en el campo. De eso no hay duda".
