Gatillazo en Riazor

En los momentos claves de una temporada, jugándose un objetivo como el ascenso a Primera, un equipo no puede salir como el Málaga lo hizo este miércoles tras el descanso en Riazor. Desastrosa segunda mitad del equipo dirigido por Víctor Sánchez del Amo que le costó el partido (4-2) y quién sabe si la eliminatoria. Un gatillazo en toda regla que obliga a remar y remontar en La Rosaleda, aunque ofreciendo la versión de esos segundos 45 minutos será imposible. Serio naufragio del peor Málaga de era Víctor, que tiene apenas dos días y medio para tratar de tocar una tecla para dar la vuelta a la eliminatoria en Martiricos.

Salía Víctor Sánchez del Amo con Boulahroud haciendo de N'Diaye en el centro del campo junto a Keidi Bare y Adrián. En cuanto al resto del once, lo esperado. Munir bajo palos, Iván Rodríguez ocupando el lugar del lesionado Cifu, Luis Hernández y Pau Torres como centrales, Ricca en el lateral izquierdo, y arriba Renato Santos, Ontiveros y Blanco Leschuk.

Pese a jugar como local, el Dépor entregó el balón desde el pitido inicial al Málaga con el claro objetivo de tratar de robar y salir a la contra. No le quemaba el esférico a los jugadores blanquiazules, que aun así combinaban con precaución a sabiendas de que los de Martí esperaban cualquier fallo para tratar de penalizarles. Pero quien golpeó primero fue el Málaga, que se adelantó en el minuto 18 por medio de Luis Hernández (1-0). Como siempre fue Ontiveros el que inventó por el costado zurdo, y un exquisito centro del marbellí fue rematado al fondo de las redes por el madrileño, que marcó su primer gol de la temporada.

Errores clave

Le duró poco la alegría a los de Víctor, porque dos minutos después Ricca cometió un ingenuo penalti sobre David Simón en una acción que no suponía un importante peligro y que acabó costando el empate. Lanzó la pena máxima Carlos Fernández, que engañó a Munir y puso el 1-1 en el electrónico. Se ensució un poco el partido tras ese tanto, con varios piques entre futbolistas de ambos equipos, entradas duras, forcejeos... Se creció el Dépor tras la igualada, ofreciendo una versión bastante más incisiva y peligrosa que en los primeros compases del partido y haciendo sufrir al Málaga.

Pero el mago de Marbella tenía más trucos guardados en la chistera. A este nivel, Ontiveros es muy probablemente el mejor futbolista de la categoría, y lo demostró en el 36' con otro espectacular golazo marca de la casa (1-2). Quedan pocos calificativos para describir las obras de arte del canterano malaguista, que apareció cuando más lo necesitaba el equipo con tremendo trallazo desde casi 30 metros que se coló por toda la escuadra de Dani Giménez, cuya estirada fue inútil. Se había venido arriba Riazor, pero lo enmudeció Ontiveros antes del descanso con una maravilla en forma de gol.

Desastrosa segunda parte

No sentó bien el paso por los vestuarios al Málaga, que salió desconectado y lo pagó caro, muy caro. El Dépor adelantó líneas en busca del empate, y fue Pedro el que volvió a igualar el tanteador en el minuto 56 (2-2). Buena jugada por la izquierda de Borja Valle, que hizo mucho daño en la segunda mitad, centro raso de Cartabia y llegada desde segunda línea del extremo, que superó a Ricca y batió con un zurdazo a Munir.

Estaba completamente KO el conjunto blanquiazul, frágil y dubitativo como nunca se había visto al equipo con Víctor Sánchez del Amo, y poco después llegó el tercero de los gallegos. Otra jugada entre líneas de los de Martí con una defensa blanquiazul completamente perdida que acabó en una picadita de Cartabia y un remate de cabeza de Carlos Fernández casi en en la línea de meta, aprovechando que Munir estaba descolocado (3-2). El técnico veía que la herida podía ser peor y quiso refrescar la medular dando entrada a Erik Morán y Dani Pacheco por Boulahroud y Adrián, pero los cambios no sirvieron para cambiar la cara al Málaga, cuyo naufragio fue total en la segunda mitad.

Se consumó el hundimiento en el minuto 78. Borja Valle, el mejor de los suyos, recibió un balón en el vértice izquierdo del área y aprovechó un buen movimiento de un compañero para encontrar el espacio suficiente (no cerró nada bien Iván Rodríguez) y lanzar un potente disparo al primer palo que sorprendió a Munir (4-2). Pudo hacer más el marroquí en ese tanto y en los dos anteriores.

Gatillazo del Málaga, que no se presentó en la segunda parte y se lleva un serio correctivo de Riazor. Lo único positivo son los dos goles marcados a domicilio, pero remontar en La Rosaleda se prevé complicado, sobre todo si el cuadro dirigido por Víctor ofrece la paupérrima imagen que dio en la segunda parte este miércoles.