¿Y cuándo va a preocupar?
A las puertas de diciembre, con los abrigos ya en los armarios y transcurridas 18 jornadas -casi la mitad de la competición- para el Málaga CF, Víctor dijo tras un nuevo empate que no sabe a nada: "No nos preocupa que no lleguen las victorias". Y yo me pregunto: ¿cuándo va a preocupar? El Málaga puede llegar a ser penúltimo al final de la jornada e incluso quedar a tres puntos de distancia de la última plaza. No hay gol, en muchas ocasiones no hay ni fútbol y enero no parece que vaya a cambiar demasiado. Aquí no va a llegar Lewandowski, eso está claro, y está por ver si el escenario se complica aún más hasta entonces.
Por ello, resulta complicado entender que los protagonistas señalen al rendimiento, las ocasiones o la entrega como los argumentos necesarios para sacar la cabeza del pozo. No, de abajo se sale con puntos, con victorias. Y, hasta el momento, sólo han caído tres en 18 partidos -únicamente una en casa-. O lo que es lo mismo, el Málaga gana cada seis encuentros. La anestesia que traslada el discurso generalizado no ha hecho sino normalizar un problema de concepto: vencer es un verbo que rara es la semana que se conjuga.
Todos asumimos que la planificación ha sido desastrosa, que contar con sólo 17 fichas profesionales es un hándicap evidente, pero no se puede guardar bajo la alfombra que el equipo tiene futbolistas por los que se pelearía prácticamente toda LaLiga SmartBank. ¿Tiene el Málaga peor once inicial que Elche, Numancia, Fuenlabrada o Ponferradina? Víctor dispone de futbolistas que son internacionales absolutos con sus países. Varios de ellos, titulares.
Y aquí me detengo, porque a los futbolistas hay que exigirles más. Sobre todo a aquellos llamados a marcar diferencias. Ya no vale pinchar y decir que el equipo lo intenta, que trabaja bien durante la semana o que sólo hay un delantero en la plantilla. Si falta talento, si Al-Thani y su indiferencia ha dejado al club al borde de la defunción, toca responder con más fuerza. El 2019 terminará con LaLiga esperando soluciones en los despachos y (de seguir así) con el equipo viendo pasar las jornadas sin sumar de tres en tres. Que los árboles, por favor, no impidan ver el bosque.
"Que los árboles, por favor, no impidan ver el bosque." Me parece magnífico ese final. O Víctor exige a esos futbolistas poner remedio yaaa, o no sirve para sacarnos de este hundimiento. Y que conste que soy un firme defensor de Víctor Sánchez del Amo. ¡¡VIVA EL MÁLAGA!!
"Que los árboles, por favor, no impidan ver el bosque." Me parece magnífico ese final. O Víctor exige a esos futbolistas poner remedio yaaaa, o no sirve para sacarnos de este hundimiento.