Los secretos de Elland Road: las anécdotas de un partido legendario

Mucho se ha escrito sobre el que para bastantes es el partido más recordado del Málaga CF en su historia con el permiso reciente de la etapa de Champions. La noche de Elland Road. Se cumplen 17 años de aquel histórico triunfo en Leeds que daba el billete a los octavos de final de la UEFA en la primera participación del club blanquiazul en Europa. Tras empatar a cero en La Rosaleda, el equipo de Joaquín Peiró venció por 1-2 a unos de los gallitos del continente entonces (venía de jugar las semifinales de la Champions), plagado de estrellas (Viduka, Alan Smith, Woodgate, Harry Kewell, Robbie Fowler, David Butty o Terry Venables de entrenador), y en su propio y complicado feudo inglés. Aprovechando la efeméride recopilamos algunas de las anécdotas o secretos de aquel partido.

- La dedicatoria más especial de aquel triunfo y del pase de la eliminatoria fue para Miguel Ramos Vargas ‘Migueli’, uno de los jugadores leyenda del club y que había fallecido horas antes del partido de ida en La Rosaleda. Migueli pudo disfrutar de su Málaga en Europa, pero no del triunfo en Leeds, que fue además en el día de su cumpleaños (hoy 12 de diciembre hubiera cumplido 77).

- La venganza fue para el portero internacional Paul Robinson, que patinó presagiando públicamente que el Málaga no iba a marcar ningún gol en Elland Road. Le cayeron dos, ambos de Dely Valdés. Y se lo recordaron en la celebración. “Fuck off”, gritaba el inglés.

- Los vestuarios del centenario Elland Road, donde Amor marcó el célebre gol de la Eurocopa de 1996, eran tan pequeños y estrechos que los jugadores tuvieron que cambiarse en tandas al no caber todos a la vez.

- El Leeds United se ‘olvidó’ de encender la calefacción del estadio en el entrenamiento del Málaga en el día previo al partido. Algunos jugadores no podían ni mantenerse en pie y el mítico Joaquín Peiró, ante la gelidez inaudita, le encargó al masajista Javi Souviron una petaquita de whiskey para combatirlo al día siguiente durante el partido.

Los vestuarios eran tan estrechos que los jugadores tuvieron que cambiarse en tandas y el Leeds no encendió la calefacción en el entrenamiento de los blanquiazules el día previo

- El partido sólo pudo seguirse en España a través de un canal de pago inglés, por lo que los malaguistas que no pudieron viajar tuvieron que buscarse la vida para verlo en terrazas de la Costa del Sol. De los abrigos de piel en Leeds a las aceitunas y las cañas en Torremolinos.

- El planteamiento de Peiró fue perfecto, con un juego muy físico durante la primera parte para erosionar al Leeds. Creía y sabía que el partido y la eliminatoria se iban a decidir en la segunda parte. Gerardo se fajó y Sandro, de refresco desde el 57', puso la calidad para decidir.

- Los whites a su vez tramaron una encerrona. Lo de la calefacción del día anterior era un aviso. Fue un partido duro, lleno de trampas y marrullerías. Faltas, provocaciones y hasta pisotones en la cabeza como el Bowyer a Gerardo previa patada al peroné. Massimo Bussaca, el árbitro del partido, no sólo lo consintió, sino que cinco de las siete amarillas fueron al Málaga. Pero el equipo blanquiazul no se intimidó, al contrario, ganó jugando al fútbol.

- Dely Valdés, máximo goleador del Málaga en la UEFA (Eliseu lo es en la Champions) marcó los dos goles en Elland Road y se reivindicó. Como él mismo recordaría años más tarde, cuatro días antes La Rosaleda le pitó ante Las Palmas. Su celebración en el segundo gol a falta de once minutos en muy recordada señalándose a sí mismo y sonriendo con su diente de oro.