Una paella en La Rosaleda para salir de la rutina
Se acercan las fechas navideñas y con ellas llegan las quedadas con esos amigos que hace tiempo que no ves, las comidas copiosas y el buen rollo que engloba este tiempo. También los 'palos' a la cartera, por desgracia. Es momento de hacer piña, de recordar lo vivido pero, sobre todo, de aunar fuerzas de cara a un nuevo año que siempre aparece ilusionante en el calendario. En el Málaga CF no son ajenos y es por ello que la plantilla y el cuerpo técnico se unió después del entrenamiento de este jueves en torno a una suculenta paella. Lo hizo en las mismas dependencias de La Rosaleda.
El club, del que huelga decir que vive momentos complejos en lo institucional y que mira hasta el último euro que sale de las arcas, decidió, entre diferentes medidas de austeridad, suspender la habitual comida de Navidad tal y como se venía desarrollando. En su lugar, adoptando un modelo más íntimo y económico, se organizó junto al Anexo de La Rosaleda un almuerzo -no se descarta que haya otro de carácter más oficial en los próximos días- con la paella como plato estrella con la que cambiar la rutina del día a día para afrontar con la mejor de las caras los tres partidos que restan por venir antes de que concluya el 2019: dos de Liga, ante el Extremadura y el Lugo, y el copero frente al UM Escobedo.
A través del perfil de Instagram de Renato Santos llegaron imágenes del festín culinario, con el césped del Anexo de La Rosaleda como fondo. Luis Muñoz y Antoñín también dieron buena cuenta, aunque en este caso de los looks elegidos para la ocasión. El verde del Anexo, por cierto, fue escenario, al menos durante la primera parte, de un entrenamiento que se completó en La Rosaleda y en el que los canteranos Julio y Juande volvieron a ser protagonistas, asomando ambos de cara al partido de Copa que medirá el próximo martes al Málaga en casa del Escobedo.