El día que expulsaron a Cruyff en La Rosaleda y tuvieron que intervenir los 'grises'
Johan Cruyff llegó a España con la aureola de futbolista intocable. Su porte elegante y su ascendencia en el terreno de juego intimidaban a los rivales e incluso hasta a los árbitros. Hasta que un 9 de febrero de 1975, el vasco José Luis Orrantía Capelastegui —el mismo que una temporada antes arbitró el 0-5 del Barça el Bernabéu-, se le ocurrió expulsarle por primera vez, en Málaga, en un partido de Liga en el que el Barcelona se medía al conjunto local.
Y es que la historia negra de Cruyff está muy ligada al conjunto malacitano. El 'holandés volador' fue expulsado dos veces en los 139 partidos que disputó en Primera División y las dos fueron contra el cuadro blanquiazul, la segunda, dos años después, en el Camp Nou.
Pero la foto que nos ocupa se tomó minutos después de que el Málaga marcara el 2-1. El juez de línea levantó el banderín para indicar el fuera de juego, pero Orrantía Capelastegui decidió dar el tanto por válido. Cruyff se dirigió entonces al árbitro y le pidió que consultara la decisión con su asistente y, ante su insistencia, el colegiado la acabó mostrando la tarjeta blanca (en aquellos tiempos aún no eran amarillas), por protestar.
Pero el '14' no desistió. Visiblemente alterado, el delantero azulgrana siguió haciendo aspavientos intentado que el colegiado recapacitara, e incluso intentó hacer entrar en el campo al auxiliar para que hablara con él. Orrantía Capelastegui decidió que aquello era suficiente y expulsó a Cruyff, pero el internacional holandés, que se llegó a encarar con el delegado de campo cuando este intentó infructuosamente su retirada del campo, se negó a abandonar el terreno de juego.
Tuvo que intervenir la policía
Siete minutos después, y con el partido parado, Cruyff seguía sin querer marcharse a los vestuarios. Así que la policía intervino para evacuar al futbolista del campo. Con su gran estrella ya en la ducha, el Barça logró empatar el encuentro, pero finalmente el Málaga se impuso por 3-2. "Este partido ha tenido poco, muy poco que ver con el fútbol. Hemos encontrado obstáculos insalvables para conseguir la victoria y es inútil luchar así", comentó entonces Rinus Michels, entrenador del conjunto azulgrana.
La imagen de Johan Cruyff, que sería sancionado con un partido, echado del terreno de juego por los 'grises' en los tiempos del tardofranquismo, se convirtió en todo un símbolo. "La junta ha llegado a la conclusión de la necesidad de ejercitar cuantas acciones y recursos estén a su alcance, no sólo en relación con dicho partido, sino respecto a lo que implica como culminación de una vasta campaña desencadenada contra el FC Barcelona y lo que representa", escribió la entidad catalana en una nota de prensa tras el suceso.