Historias de una cuarentena: ¿por qué Darío Silva se teñía de rubio en el Málaga?
Darío Silva no dejó indiferente a nadie en su paso por el Málaga. El delantero uruguayo fue uno de esos jugadores que marcó época, querido si milita en tu equipo pero a partes iguales odiado si era tu rival. Y con esos estigmas compitió y completó una carrera envidiable. Darío vive ahora en Málaga, donde más calado tuvo. Y en una entrevista concedida a la web elseñordelbalon.com desgrana algunos detalles de su época como malaguista, como desvelar la razón por la que se teñía el pelo de amarillo.
Darío aterrizó en el Málaga recién ascendido en el verano de 1999 procedente del Espanyol, club que le había servido al charrúa de puente tras su llegada del fútbol italiano. En la Costa del Sol, sin embargo, su parecido físico con otro de los delanteros blanquiazules era más que notable. Y por ello tomó una determinación que marcaría también su carácter desde muy pronto. “Realmente yo quise tener mi propia marca, como siempre la he tenido en todas partes del mundo. En Sevilla tenía el pelo pelado, en Málaga el pelo rubio, en Inglaterra tenía trenzas… En todos lados siempre he tenido un corte de pelo totalmente diferente”, explica sobre su cambio de ‘look’.
“Me parecía que cambiar un poco de color de pelo me podría diferenciar porque, lamentablemente, había muchos chicos que me confundían por el color de piel con mi otro compañero -Catanha-, y a mí me gustaba que me llamaran por mi nombre y no por nombres de otras personas. Me quería sentir identificado para que todos los chicos supieran que era yo y solamente ha sido por eso, no hay otro motivo”, continuó Darío Silva, que jugó 115 partidos como blanquiazul y marcó 37 goles en cuatro temporadas.
El idilio de Darío con Dely Valdés
En cualquier caso, Darío y Catanha sólo coincidieron una temporada en Málaga. Pero luego formó una sociedad con Dely Valdés inolvidable en aquel Málaga de Joaquín Peiró que tanto encandiló. “Yo con Dely Valdés es como si hubiéramos sido gemelos. Él tiene un gemelo ya pero yo soy su gemelo de Uruguay (dice entre risas). Él ha tenido muchas oportunidades. Ha jugado en grandísimos equipos pero creo que nosotros nos llevábamos bien porque teníamos un pensamiento muy positivo con el fútbol”, dice en primer término.
"El malaguismo quedó contento con Dely y conmigo porque creo que cumplimos con el trabajo"
Y explica la etapa de ambos en Málaga: “Pudimos lograr cosas bonitas porque éramos tan compactos tanto dentro y fuera del campo de juego que siempre estábamos compenetrados en todas las situaciones. Lo leíamos todo, los partidos los mirábamos mucho. Sabíamos dónde tenían dificultad los otros, hablábamos mucho en italiano, cosa que muchos españoles no lo entendían… Creo que eso fue lo que más nos llevó a hacer cosas tan bonitas e importantes como nuestra carrera que fue en el Málaga. El malaguismo quedó contento porque creo que cumplimos con el trabajo y eso ha sido lo más bonito que nos ha pasado a nosotros. Después como persona, es brillante”.