El Málaga se enfrenta con Sadiku a un nuevo 'caso Blanco'

Justo un año después, y también con su delantero centro, el Málaga tiene por delante una difícil papeleta. Si antaño fue Blanco Leschuk, ahora es el turno de Armando Sadiku. Dos futbolistas con similitudes, más allá de las que sostienen su fútbol sobre el campo, y que ante todo encontraron en el Málaga y La Rosaleda un escenario propicio para recuperar su mejor versión. Llegaron a préstamo y ambos se enamoraron de la ciudad, del club y de su gente. Uno, el argentino, no encontró su ansiada continuidad porque el Málaga no pudo alcanzar la petición económica de un Shakhtar que tenía la sartén por el mango. Una temporada después, es el Levante el que quiere sacar partido al buen año del albanés.

Sadiku, que abrochó su continuidad con el Málaga hasta que acabe el curso a coste cero, regresará al Levante cuando la temporada acabe. Un año más de contrato tiene con la entidad granota, que decidió ampliarlo antes de cederle al Málaga para asegurarse la decisión sobre su futuro. Sobre todo si, como ha ocurrido, los goles de Sadiku terminaban por llegar (hasta 10 suma con el Málaga). El ariete, que no quiso escuchar una oferta del fútbol israelí en enero, no ha escondido su voluntad de continuar como malaguista si se dan las condiciones adecuadas y si el proyecto, como ha dicho en alguna ocasión en su país, le llena a nivel deportivo.

El gran problema que se encuentra el Málaga a día de hoy es que el Levante ha recibido el interés de varios clubes, según Las Provincias, para hacerse con Sadiku. Entidades de LaLiga SmartBank que hacen, obviamente, que la puja aumente y que el Levante vea en Sadiku una buena opción para sacar rédito. Cualquier euro tras el sofocón con el coronavirus puede acabar siendo primordial. Ahí el Málaga, que esta temporada sólo ha pagado una mínima parte del salario del jugador, se encuentra con un problema ante las apreturas a las que le somete y someterá LaLiga. Sadiku, durante su estancia en Málaga, ha guardado una buena relación con el Levante y en concreto con su presidente, Quico Catalán.

Sus goles siguen siendo la llave de la permanencia

Igual que pasó con Blanco Leschuk, por el que el Málaga no pudo abonar una primera opción de compra estipulada en el préstamo por 2,5 millones tras no lograr el ascenso ni tampoco pudo acercarse después a las pretensiones de su club de origen, un Shakhtar que terminó por traspasarle al Antalyaspor turco por algo más de un millón de euros. No hace falta ser un monstruo de las finanzas para adivinar que la continuidad de Sadiku es compleja, por cómodo que esté en una ciudad de la cual presume. Por sus goles sigue pasando la salvación y en el mejor de los casos un play off que nunca ha descartado. Después, ya se verá.