El Málaga más camaleónico

Del 5-3-2 al 4-4-2 pasando por el 4-1-4-1. Tres partidos, tres sistemas distintos. Sergio Pellicer ha hecho del Málaga CF un equipo imprevisible en su planteamiento, que distorsiona la capacidad de prevención de su rival. En parte, por pura necesidad ante la complicada gestión de recursos que le ha tocado administrar a la espera de que llegue el añorado 5 de octubre. A favor, la versatilidad de varios jugadores que han sabido adaptarse, con el hambre por bandera, y la creencia de que el inmovilismo táctico nunca será el camino. Pellicer ha repetido hasta la saciedad que no es presa de un esquema único, y en lo que va de temporada ha predicado con el ejemplo.

Porque el técnico del Málaga sigue demostrando, tal y como hizo cuando tomó el relevo de Víctor, que es un gran gestor de vestuario. No ha sido fácil su papeleta este verano, con un ERE de por medio y los fichajes cocinándose a fuego lentísimo. Pero ahí están los resultados, seis puntos de nueve posibles cuando pocos podían esperarlo. La piña tras el gol de Cristian habla a las caras del compromiso reinante. La base sigue siendo la misma, una solidez defensiva que este sábado dejó al Alcorcón sin ocasiones claras en el zurrón. Ahí está la llave, por más que la elección atrás sea los tres centrales o una línea de cuatro. Si bien esos tres centrales permitieron al equipo encontrar su camino tras el parón por el coronavirus hasta encontrar la salvación, parece que Pellicer quiere mutar hacia un esquema más cercano a su patrón de tiempos de cantera.

A Pellicer le ha tocado una gestión compleja del vestuario durante el verano, ERE mediante, que está resolviendo con nota

Porque el de Nules ha sido en categorías inferiores un firme defensor del 4-3-3, que aún no ha puesto de manifiesto por exigencias del guión, sobre todo. La marcha de Tete y la lesión de Hicham han dejado al equipo, de momento, sin extremos puros. Ante el Alcorcón readaptó a Cristian Rodríguez para arrastrarlo del centro a la derecha, y el gaditano respondió con un golazo. Laterales largos, presión arriba y líneas juntas. Eso no falla, sea cual sea el esquema. Por primera desde su 'ascenso' comenzó el partido con dos delanteros, un síntoma más de que la versión más camaleónica del Málaga es un hecho palpable.

A la espera del boceto definitivo

"Vamos pendientes de los jugadores que tenemos. Nos gusta tener un dibujo, porque la gente representa a los jugadores en cada posición, pero nos tenemos que prevenir ante las adversidades y circunstancias que estamos teniendo. No somos de un sistema fijo, creo en los sistemas complejos", dijo tras el partido Pellicer, que está a la espera de su ansiado boceto. El que le hará concretar sus ideas, el que dibujará hacia dónde pueden virar la variedad de recursos que ya ha comenzado a ilusionar al malaguismo.