Debió ser más, mereció ser menos

El Málaga CF sumó y a la vez decepcionó en la visita de Las Palmas (0-0). Se echó un punto a la mochila, que debió ser un botín mayor tras jugar toda la segunda mitad con un futbolista más y pudo ser claramente menos, ya que las mejores ocasiones las tuvo el equipo de Pepe Mel. Las variaciones no funcionaron y a la tropa de Pellicer le volvió a faltar mordiente, mucha mordiente. Y lo que es peor: fútbol. No sólo eso, es que acabó sufriendo en la segunda parte con Las Palmas crecido sobre el césped de La Rosaleda. Nada funcionó. Lo mejor, visto lo visto, rascar al menos un punto. Lo peor, otro evidente paso atrás en las sensaciones.

Con cuatro novedades en el once y un debutante, Josua Mejías, el Málaga fue un equipo cortocircuitado en la primera parte. De hecho, se marchó al descanso sin ocasiones en su haber más allá de un zurdazo de Yanis en el que se pidió mano y un tímido cabezazo de Escassi. Las Palmas leyó los problemas por banda del Málaga, sobre todo por la que defendió el recuperado y posiblemente aún lejos de su mejor forma Ismael Casas, y con Pejiño hizo daño en apariciones esporádicas. Juande, coronel del eje de la zaga este domingo, salvó con dos achiques rápidos y plenos de buena colocación dos opciones de peligro claras de Las Palmas. El cordobés subsanó los nervios del debut de Josua, aún aterrizando. El paso de los minutos hacían más protagonistas a los de Mel.

Una expulsión que no cambió nada

Aythami tuvo una opción clarísima al borde de la media hora con un cabezazo a balón parado que por suerte para Dani Barrio fue a sus manos. Ni Yanis ni Jairo, alborotadores pero faltos de profundidad, hicieron daño a una defensa amarilla -de rosa en esta ocasión- que estuvo más tranquila de lo que posiblemente esperaba. Con el descanso asomando y el Málaga necesitándolo más que su rival, llegó la jugada clave. Un balón que cayó del cielo, despejado por Luis Muñoz, lo tocó con la tibia Caye con Álex Suárez encima. Cayó el delantero trastabillado siendo el defensor el último de la zaga, y Ais Reig no lo dudó. Roja directa y partido cambiado por completo. O eso se suponía.

Necesitaba el Málaga agitar el ecosistema, meterle sal y pimienta y también evitar desnudarse con las contras de Las Palmas. Pellicer removió el equipo y realizó dos cambios al descanso: fuera Ismael Casas y Yanis, dentro Calero y Jozabed. De golpe, cambió la banda derecha completa, por la que Las Palmas había hecho todo el daño en la primera parte. Caye midió mal un remate de zurda desde la frontal tras un buen giro en la que fue la primera opción ofensiva de un Málaga al que ni la superioridad le mejoró. A los 10' de la segunda, nuevo giro al planteamiento de Pellicer: retiró a Josua, retrasó a Escassi al eje de la zaga y metió colmillo con Chavarría.

La recta final fue de Las Palmas

El Málaga no reaccionó, por momentos no parecía que Las Palmas estuviera en inferioridad numérica. De hecho los de Mel presionaron arriba, tuvieron posesión y olieron más peligro que los de blanquiazul. Aglutinaba hombres arriba Pellicer, pero el balón nunca llegaba en opciones ventajosas. El click final siempre faltó. En el otro lado, con muy poco, Las Palmas se crecía. Dani Barrio repelió con una buena parada -y sin rechace pese a la velocidad del balón- un zurdazo de Araujo de nuevo fruto de una indecisión entre los centrales. Entró Larrubia, se fue un desaparecido Jairo. Repitió ocasión Araujo y Luis Muñoz, con el bajo vientre, evitó males mayores. Con uno más el que sufría era el Málaga.

Jozabed, intermitente y sin captar el protagonismo que debe dar, al menos alertó a Las Palmas con un remate de zurda que no pilló la curva suficiente tras un balón parado. Lo probó todo Pellicer, que dejó caer a una banda a Caye, también a Larrubia, y dejó a Cristian como cerebro de una medular que perdió claramente la batalla. Mel metió piernas frescas con Clau, que alborotó el ataque generando una ocasión y sacándole la amarilla a Juande en una acción a la contra. Se creció Las Palmas y Aythami, haciendo de delantero, no alcanzó por un pelo un balón a un metro de la línea de gol. Julio fue el último intento de Pellicer por cambiar el panorama, ya casi sin tiempo. Se esfumó un partido decepcionante, al menos cayó un punto en el casillero. El que no se consuela...