Pasa de rumores y solo piensa en el Málaga: "Mi idea es seguir aquí"
Paulino se está destapando esta temporada como uno de los mejores jugadores del Málaga CF. El cántabro está rindiendo a un gran nivel y eso no ha pasado desapercibido para equipos del primer nivel, que ya han fijado sus miras en él. Con contrato hasta 2023, en la planta noble de La Rosaleda no temen por su futuro, al menos en este mercado invernal.
Este miércoles, Paulino era protagonista en los micrófonos de Radio Marca Málaga, donde, inevitablemente, era preguntado por tal asunto: "Voy a ser sincero. El año pasado tenía minutos en el Logroñés y nunca quise saber nada. Prefiero apartarme y que mis agentes se encarguen de todo. Bastante tengo con el fútbol. No sé absolutamente nada", aseguraba.
Además, apuntaba que es feliz en Martiricos y solo piensa en blanquiazul: "Mi idea es seguir aquí, me debo a mi contrato. Ahora mismo quiero estar aquí, estaría muy bien hacer cosas bonitas en Málaga como estamos haciendo. Personalmente me encuentro muy cómodo, me han acogido como en casa, es lo más importante".
En este sentido, Paulino reconocía que está muy feliz con su momento futbolístico: "No sé si es el mejor momento de mi vida, pero podría serlo. Me encuentro muy a gusto en Málaga. Aquí en mi barrio hay un par de campos y los niños juegan y me saludan, me alegra ver ese tipo de cosas".
La roja de Loiodice en el Málaga-Las Palmas
Clave en muchos de los partidos del Málaga, lo fue, sin ir más lejos, la última jornada ante la UD Las Palmas al provocar la expulsión de Loiodice (vídeo inferior). Una acción polémica en la que muchos han acusado a Paulino de simular falta, pero él se defendía: "Sí que me tocan, puede interpretar que no sea amarilla, pero noto en mi pierna derecha aunque esté cayendo. Me vacilaban con que me había tirado, pero yo sostengo que en mi pierna derecha me dan", aseguraba.
"No me importaría decir que no hay contacto si no lo hay, soy honesto. Pero yo en el campo noté un contacto. No hablé con Loiodice, no pensé en esa acción. Aunque no hubiese contacto, en la primera parte me hacen cinco o seis faltas en 15 ó 20 minutos y no hay amarillas cuando dos o tres lo eran. El árbitro tiene un trabajo difícil y no me quiero meter", sentenciaba el cántabro.