El Málaga se adelanta a Halloween y pasea sus fantasmas por La Rosaleda

El Málaga CF debió pensar que la noche de Halloween era la del 30 y no la del 31 de octubre y, en la visita de la SD Eibar a La Rosaleda, decidió sacar a todos sus fantasmas y sus miedos a pasear. Los pocos momentos de lucidez del equipo enseguida quedan dinamitados por los fallos, demasiado groseros para el nivel de la plantilla. En consecuencia, el cuadro armero se llevó los tres puntos gracias a un gol de Quique en la primera mitad -por un error infantil de la defensa- y la afición blanquiazul... otro susto. El equipo vuelve a ser colista de LaLiga SmartBank.

Un error que condena

Los quince primeros minutos muy intensos por parte de los malaguistas. Plantados en campo rival, acechando la portería de Luca Zidane. Bloqueando además cada intentona ofensiva del conjunto armero. Al menos en el primer cuarto de hora, los de Mel lo estaban haciendo prácticamente todo bien -obviando algún pase de más o algún balón que se perdía sin llegar a su destino-.

Necesitó demasiado poco el Eibar, sin embargo, para hacer daño. Se plantó en el área de Manolo Reina y un fallo de Escassi al ir a sacar la pelota en corto en lugar de en largo acabó dejando solo a Quique ante el trabuqueño. No se lo pensó dos veces y mandó el balón al fondo de la red, aniquilando el buen ánimo que se estaba instalando entre los asistentes a La Rosaleda.

Se mostró renqueante desde entonces el equipo blanquiazul, aunque tardó poco en intentar recuperar el balón, no fue capaz de devolver a sus ideas la lucidez de los primeros minutos.

Tuvo una clarísima Rubén a centro de Ramón, que estaba siendo de los más destacados del encuentro, que el grancanario envió fuera con un remate demasiado forzado. También suya fue la última de la primera mitad, pocos segundos antes de que Cordero Vega indicase que había llegado el tiempo de descanso. Había perdido lustre y energía el juego del Málaga. Y se notaba hasta en la forma de protestar de los futbolistas.

De nuevo diluido en sus propios miedos

La entrada de Cristian y diez minutos después de Fran Sol por Gallar y Hervías respectivamente provocaron que hubiera un ligero cambio de planes en la idea de Mel sobre el césped. Parecía que empezaba a carburar con algunos centros al corazón del área que, o bien despejaba la defensa o bien el rematador acababa enviando fuera.

Para variar, el espejismo se acabó desvaneciendo y el Málaga comenzó a sufrir de nuevo. Mientras el Eibar se encontraba cómodo, tranquilo, sin necesidad de esforzarse demasiado para repeler las internadas del conjunto local. Mejoraron algo estas con el ingreso de Issa Fomba al terreno de juego y con algunas acciones aisladas por la banda izquierda. Pero los miedos y las inseguridades volvían a hacer acto de presencia, diluyendo la poca moral que les quedaba a los blanquiazules.

A falta de siete minutos para el 90, un incidente en la zona baja de Fondo Norte obligó a las asistencias sanitarias a entrar para ayudar a un aficionado que se encontraba indispuesto. El partido estuvo parado unos tres minutos antes de que el afectado abandonara los asientos por su propio pie.

Con la noche de Halloween todavía a más de 24 horas de celebrarse, el Málaga decidió seguir paseando sus fantasmas y sus miedos por La Rosaleda, que empieza a estar muy cansada de que cada partido acabe provocando un enfado monumental y una impotencia que difícilmente se supera.