Las polémicas celebraciones de Xhaka y Shaqiri
La remontada de Suiza ante Serbia no podía llegar de otra forma que con dos goles de Granit Xhaka y Xherdan Shaqiri, dos jugadores con raíces kosovares, 'enemigo' natural de Serbia y así lo quisieron reivindicar con sus celebraciones.
Tanto el del Stoke como el futbolista del Arsenal formaron con las dos manos un águila bicéfala, símbolo que aparece en la bandera albanesa. Un gesto que no pasaría de algo puntual si no fuera por el rival que su combinado tenía enfrente.
Y es que, para entender la historia, debemos irnos atrás en el tiempo. Más concretamente a finales de los años 80, cuando el padre de Xhaka, de origen albano-kosovar, fue detenido por protestar contra la Yugoslavia de Slobodan Milosevic en medio de un clima social en la antigua república socialista en la que la etnia serbia era la privilegiada y las reivindicaciones de kosovares, croatas o bosnios eran sofocadas con dureza.
Los Xhaka terminaron mudándose ante la inmediatez de la Guerra de los Balacnes a Suiza, donde crecieron sus dos hijos Granit y Taulant, futuros futbolistas. El primero elegiría jugar para la selección helvética mientras que el segundo terminaría haciendo su carrera internacional para Albania, país de procedencia de la etnia kosovar.
De igual modo sucede con Shaqiri o con Behrami. El partido para los tres jugadores de origen albano-kosovar se presentaba con un añadido extra al enfrentarse a la nación heredera de aquella que atacó a su pueblo. De este modo, los autores de los dos goles aprovecharon su gran momento en el Mundial para reivindicarse ante 'el enemigo'.
Hace unos años, un dron con una bandera de la 'gran Albania' (nación que incorpora tanto territorios albaneses como kosovares como serbios) irrumpió en un Serbia-Albania y provocó una batalla campal entre jugadores de ambos equipos y aficionados. La celebración de Xhaka posiblemente pasaría desapercibida para los serbios en el momento, pero la polémica está servida.