Hierro: "Nosotros somos otra cosa más que músculo"
"Si nosotros tuviese ser por músculo... Nosotros somos otra cosa más que músculo. Tenemos nuestras condiciones, nuestro físico y nuestra forma de entender el fútbol. Lo de los músculos me parece que no va para nosotros", repasó cuando fue preguntado por si va a reforzar el centro del campo en ese aspecto para este lunes.
"Nuestra obligación es hacer un buen partido, sumar los tres puntos y, si se puede ser primeros de grupo, mejor", comenzó el técnico la rueda de prensa en el estadio de Kaliningrado, el escenario del encuentro de este lunes contra Marruecos, en el que su equipo se disputa mucho: la clasificación para los octavos de final.
Ahí incidió unas cuantas veces el técnico. Primero el pase; después, si se puede, la primera posición, que también depende a la vez de lo que ocurra a la misma hora en el choque entre Irán y Portugal. "Nosotros vamos a intentar ganar, hacer un buen partido y dejarnos de lo que hay en el otro partido", avisó de nuevo Hierro.
"Nosotros, a lo nuestro, con lo que va a hacer Marruecos, con sus condiciones, con sus condicionantes y con trabajar mucho lo mental, porque matemáticamente no estamos clasificados. Hay que darle la importancia que hay que darle al partido. Para ser campeón del mundo hay que ganarle a casi todas las selecciones más importantes. No se puede elegir un camino u otro", expresó el técnico.
"Vamos día a día. Este es el tercer partido y ojalá nos quedemos aquí el cuarto, el quinto, el sexto y el séptimo. Este es el tercero. No podemos confundirnos con pensar ya en el cuarto (en octavos de final) antes que el tercero", abundó Hierro, que ni mira al pasado, a la eliminación en Brasil, ni al futuro, sólo al lunes.
"Es mañana. No podemos pensar en lo que ocurrió hace cuatro años u ocho. Es mañana. Es el momento del equipo, de luchar por quedar primero de grupo. No podemos perder el tiempo en qué pasó. Nosotros, nuestro foco a las ocho de la tarde, a demostrar de lo que somos capaces y si podemos quedar primeros de grupo, pues perfecto", dijo.
Por eso pidió "ojos muy abiertos" contra Marruecos, un adversario ya eliminado de forma matemática, aunque, desde esa perspectiva, Hierro lo ve más como una amenaza que como una tranquilidad: "Es un partido complejo. Con las selecciones que se quedan sin opciones para el tercer partido no nos podemos meter en la cabeza del seleccionador, ni saber los jugadores que puedan jugar mañana".
"A partir de ahí, confiar mucho en nuestras condiciones, nuestras características y nuestra fortaleza. Tenemos que tener mucha confianza en nosotros mismos, en lo que somos capaces de dar, en nuestras condiciones, nuestra calidad, en lo que podemos desarrollar como equipo tanto ofensiva como defensivamente (...) Debemos tener una confianza plena en nuestras posibilidades", recalcó.
"Marruecos es muy buena selección. Se ha clasificado para la fase final de un Mundial después de muchos años, su primer partido lo pierde en el minuto 93 y contra Portugal hacen un buen encuentro. Es un equipo difícil, con mucha movilidad en la parte de arriba, con calidad, que ataca con mucha gente, que le gusta correr en transiciones... Es un rival peligroso", analizó el entrenador.
Hierro no quiere que "haya contragolpes" de su adversario en el encuentro de este lunes, por eso afirmó que su equipo necesita "parar esas transiciones" rápidas de su contrincante, pero también enfatizó de nuevo en la confianza: "Eso pasa mucha veces por todas nuestras virtudes. Tenemos que tener fe en nuestras posibilidades".
También resaltó el talento de Isco Alarcón: "Nos aporta calidad, esfuerzo, uno contra uno, combinación, se mete entre líneas, es difícil mantener una posición estable y está rindiendo a un nivel extraordinario, como todos sus compañeros. Estamos muy contentos. Isco no lo vamos a descubrir ahora, lleva mucho tiempo rindiendo en la elite y sabemos todas sus condiciones y lo que puede aportar".
El seleccionador, además, destacó que el equipo siente siempre "ese calor de tener a todos los españoles empujando", más allá de que haya este lunes muchos o pocos aficionados en las gradas del estadio de Kaliningrado -se esperan unos mil españoles-, al tiempo que se refirió a los once millones y medio que siguieron por televisión el encuentro del pasado miércoles contra Irán.