De la artillería belga al cerrojo uruguayo
El final de la fase de grupos del Mundial de Rusia 2018 dejó a Bélgica como la selección más goleadora, con once dianas, y a Uruguay como la única que no encajó tanto alguno en los tres partidos disputados.
Los belgas confirmaron su condición de aspirantes a luchar por el título y acabaron en cabeza del grupo G tras vencer a Panamá (3-0), Túnez (5-2) e Inglaterra (1-0).
Mientras tanto, la Celeste de Óscar Washington Tabárez fue la única que acabó imbatida al vencer a Egipto y Arabia Saudí por 1-0 y a Rusia, la afitriona, por 3-0.
El conjunto que más goles encajó fue la debutante Panamá, con once, que, como la otra selección que se estrenaba en la Copa del Mundo, Islandia, se despidió tras esta fase.
En total, el número de goles fue de 122, una media de 2,54 por partido, por el momento inferior a cómo se terminó en Francia'98 y Brasil 2014, con 2,67, pero superior a Sudáfrica 2010 (2,27), Alemania 2006 (2,30) y Corea y Japón 2002 (2,52), Mundiales que contaron también con 32 selecciones participantes.
Se marcaron más goles en las segundas partes (75) que en las primeras (45). Ocho se consiguieron en los primeros diez minutos y nada menos que 16 en la prolongación de los partidos (27 en los 10 minutos finales).
El máximo artillero fue el inglés Harry Kane con cinco, uno más que el belga Romelu Lukaku y que el portugués Cristiano Ronaldo. El del delantero del Tottenham y el del Real Madrid fueron los únicos que lograron un triplete.
Cristiano Ronaldo logró el tanto más tempranero del torneo al anotar de penalti a los tres minutos y 48 segundos del encuentro Portugal-España, y el francés Kylian Mbappe es el más joven en marcar, ante Perú, con 19 años y 6 meses. Así mismo, el tunecino Fakhreddine Ben Youssef logró ante Panamá el gol 2.500 en la historia de esta competición.
Se batió, en buena parte gracias al videoarbitraje (VAR), el récord histórico de penaltis señalados en la Copa del Mundo. Dieciocho se convirtieron y seis se malograron.
Los triunfos más amplios fueron el 5-0 del encuentro inaugural que le endosó Rusia a Arabia Saudí y el 6-1 que infringió Inglaterra a Panamá. Tan solo hubo un empate a cero, en el Dinamarca-Francia, en el encuentro 37 de la competición.
Tan solo Bélgica, Croacia y Uruguay cuentan sus partidos por victorias, en tanto que los únicos que han perdido los tres son Egipto y Panamá.
Se mostraron 158 tarjetas amarillas (3,29 de media), once a Panamá y tan solo vieron cartulinas rojas Colombia (Carlos Sánchez), Alemania (Jerome Boateng) y Rusia (Igor Smolnikov), una media muy inferior a las anteriores Copas del Mundo.
Arabia Saudí, España y Uruguay, con una tarjeta amarilla vista, lideran el juego limpio después de esta primera fase, en la que asistieron a los estadios 2.178.894 espectadores, una media de 45.394 por partido, inferior a torneos precedentes salvo los de Francia y Corea y Japón.