¿Cómo será la España de Luis Enrique?
Luis Enrique Martínez asume los mandos de la Selección Española. Es imposible dilucidar cómo formará el asturiano su equipo con tanta antelación, pero sí que existen ciertos paralelismos en su trayectoria como entrenador (en el Barça B, la Roma, el Celta de Vigo y, sobre todo, en el FC Barcelona) que nos permitirán imaginar algunas decisiones que tendrá que tomar.
¿El estilo es innegociable?
No. España, desde que iniciara su ciclo ganador con Luis Aragonés, ha venido intentando (con mayor o menor éxito, y siempre con variantes) cimentarse sobre el juego de posición. En este caso, el escenario más exigente en cuanto al respeto hacia el estilo siempre fue el FC Barcelona. Y ahí vimos cómo Luis Enrique empezó teniendo en cuenta ciertos factores del mismo, para luego olvidarse de él casi por completo.
La Selección Española debe seguir jugando a partir de la posesión de balón, porque la cultura futbolística de sus jugadores, en la mayoría de casos, así lo requiere. Sin embargo, conociendo a Luis Enrique y a muchas de sus piezas, seguramente trate de matizar ese estilo y de darle peso a los contragolpes, una faceta casi olvidada en el pasado más reciente de 'la Roja'.
¿Cómo defenderá España?
La España de Lopetegui había recuperado la presión tras pérdida que había olvidado tras alcanzar la excelencia en esta faceta del juego, con Vicente del Bosque, en la Eurocopa de 2012. En este sentido Luis Enrique será continuista con Julen en la mayoría de partidos que la Selección dispute, sobre todo frente a rivales de menor entidad.
No obstante, sí es cierto que tanto su Celta como el Barça acabaron por desarrollar un repliegue intensivo, muy eficaz a la hora de administrar resultados a favor, que además permitía posteriormente a su equipo correr velozmente al contraataque con espacios por delante.
En sus últimos meses llegó a probar un sistema de tres centrales, para acumular a más gente por delante de la línea de pelota. Podría ser una variante a tener en cuenta, a la vez que lo fue con Julen Lopetegui.
En cuanto a nombres, la incógnita de Gerard Piqué se antoja capital en el futuro inmediato. Tampoco sería extraño que nombres como Sergi Roberto o Marc Bartra, a quienes conoce perfectamente, volvieran a tener hueco en las convocatorias.
El medio campo. ¿Equilibrio defensivo u ofensivo?
En el Celta, Luis Enrique apostaba por un doble pivote claro en el que un hombre fijaba en la contención y otro organizaba. En el Barça, su apuesta siempre fue Busquets escoltado por Iniesta, pero muy pronto dio un hueco a Rakitic en detrimento de Xavi. El sacrificio a nivel defensivo e impacto físico del croata dieron alas a la MSN para correr sin que el equipo se descompensara.
Precisamente una incógnita similar tuvo entre sus manos Fernando Hierro en sus días como seleccionador en el Mundial. ¿Darle las llaves del equipo a Thiago Alcántara? ¿Prescindir de Iniesta? La cuestión es que el día clave Hierro apostó por Koke Resurrección, un jugador acostumbrado a fajarse defensivamente por el 'Cholo' Simeone, y a buen seguro podría ser una alternativa para el astur.
Capítulo aparte merece Isco Alarcón. El jugador más en forma de España en su Mundial debe llevar el peso ofensivo del equipo. Bien partiendo desde el interior izquierdo de un 4-3-3 (a lo Iniesta en el Barça) o como mediapunta en un 4-2-3-1 (como en el Celta con Orellana o Krohn-Dehli), Luis Enrique siempre tuvo un jugador que atraía los focos antes de conectar con la delantera.
Los extremos y el nueve
Algo que ha caracterizado a los extremos de Luis Enrique es que, tanto en Vigo como en Barcelona, jugaban a pierna cambiada y sumaban mucho gol. En Balaídos, Rafinha Alcántara y Nolito pisaban zonas interiores partiendo de los costados, al igual que Neymar y Messi en el Camp Nou. Pero, ¿hay jugadores en España para este rol?
El nombre que más fácil nos viene es el de Marco Asensio. Su golpeo y capacidad de filtrar balones con su pierna izquierda le hacen un extremo diestro, sobre el papel, ideal para esta función. Iago Aspas también ha partido en el Celta desde ahí, pero su edad (32 años) podría dejarle sin hueco. Isco en banda izquierda, Rodrigo o incluso Saúl como llegador podrían aportar cuota goleadora.
En la delantera la incógnita será la misma que existió en este Mundial. A priori Diego Costa se ha ganado con merecimiento partir un escalón por delante de sus compañeros, pero en esta nueva temporada podríamos ver a su mejor nivel a jugadores como Morata, Rodrigo o Gerard Moreno, por lo que no podemos adivinar las intenciones de Luis Enrique hasta que no haga su primer llamamiento.
Alternativas desde el banquillo y libertad a las estrellas
Una cosa que sí ha demostrado Luis Enrique es que lee muy bien los momentos de partido. Desde Xavi entrando desde el banquillo a dormir los minutos finales a cambios en su planteamiento para defender en campo propio y salir a la contra. El asturiano sabe detectar qué necesita su equipo en cada momento y trata de cambiarlo con lo que tiene.
Es un técnico intervencionista que gusta de preparar cada partido, aunque también supo dotar de libertar a sus tres arietes en el Barça para que, entre ellos mismos, surgieran las sinergias. Sobre el papel parece, a todas luces, un movimiento acertado, aunque habrá que esperar a los amistosos de septiembre, cuando coja el timón, para ver el rumbo que toma la Selección Española.