Noche desastrosa en San Mamés con una Real irreconocible

Derrota de las duras. Una Real Sociedad irreconocible perdió 4-0 en San Mamés ante el Athletic Club, que se valió del balón parado para ponerse por delante. Demasiados regalos, demasiadas facilidades, una de las peores versiones de la Real de esta temporada. Varapalo en un estadio que lo celebró por todo lo alto tan poco acostumbrado a ganar a los txuri urdin en los últimos tiempos. Lógico que les supiera a gloria después de lo que han pasado. Lo importante es que este resultado no pese a los de Imanol para el choque del jueves ante el Leipzig.

La derrota fue justa. El primer disparo entre los tres palos de la Real llegó en el 78'. Así, imposible. Y si encima regalas a balón parado como en los dos primeros goles, nada que hacer. Inaceptable. Y eso que la primera parte fue muy igualada, fea, pero equilibrada. Típica de derbi, con la Real queriendo hacer el encuentro largo, dando salida al balón desde atrás, y un Athletic presionante arriba y directo. Los de Marcelino querían pillar desprevenidos a los txuri urdin a través de una presión alta y se encontraron con un equipo bien posicionado, aunque sin fluidez de mediocampo para arriba. La Real tocaba y tocaba sin prisa. Y en un primer tiempo en el que no estaba pasando nada, Remiro, abucheado desde el inicio, paró un penalti a Muniain. No hubo más ocasiones de peligro en ninguna de las dos áreas. Partido feo en su primera mitad.

El segundo tiempo fue otra historia. Desde el arranque el Athletic salió muy intenso y provocó hasta tres jugadas consecutivas peligrosas, pero la Real se mantuvo firme en defensa al principio. Poco duró esa firmeza. El primer gol de los vizcaínos llegó en el 68' y a partir de ahí el equipo de Imanol se vino abajo y le cayeron hasta tres goles más. Un desastre. Demasiados regalos y demasiada fragilidad. Varapalo duro pero justo. Lo importante es que no pase factura ante el partido del jueves, que es el importante. Partido bochornoso, para olvidar. Noche de pesadilla.

Remiro decisivo en un primer tiempo igualado

El partido comenzó como era de prever, con el Athletic ejerciendo una presión alta ante una Real que buscaba hacer un partido largo y tener el balón. Los de Imanol no tenían prisa y los de Marcelino buscaban un juego más directo. Sin ocasiones claras en diez minutos. El primer lanzamiento a portería contraria fue para los txuri urdin por medio de Merino, pero su disparo se marchó alto. La Real seguía con calma, tocaba y tocaba esperando su ocasión, aunque con algunos problemas para generar peligro pasado el mediocampo con un Oyarzabal y Portu a los que les estaba costando entrar en juego.

Había más acción en los banquillos con Imanol y Marcelino que no paraban de dar órdenes que dentro del terreno de juego donde en 25 minutos no se había visto ninguna jugada de peligro. Por lo tanto, la única manera en la que parecía que podía verse algo era a balón parado o a través de una jugada polémica como la que llegó a la media hora de partido, en la que el colegiado pitó penalti tras consultar el VAR por mano de Silva en el área tras un disparo de Williams. Muniain disparó y Remiro se hizo enorme para detener el lanzamiento y mantener la igualada. Poco después el de Cascante volvió a estar descomunal para detener un trallazo de Yuri. Poco le influían los pitos desde la grada al navarro, que hasta ese momento era el hombre del partido.

Había que recobrar la calma y volver a generar alguna ocasión de peligro, como la que se produjo en el 38' cuando una mano de Iñigo Martínez provocó una falta peligrosa en la frontal del área que lanzó Oyarzabal pero pegó en la barrera. El de Ondarroa vio amarilla por esa acción. A falta de cinco minutos para el descanso la Real Sociedad botó su primer córner que se lanzó sin consecuencias.

La Real estaba muy bien defensivamente, pero le costaba mucho generar juego de mediocampo para arriba, lo que convertía a Sorloth en una isla desierta. Tampoco el Athletic estaba incomodando a los txuri urdin. La primera mitad murió con un cabezazo muy forzado de Oyarzabal que se marchó fuera. Empate a cero en el marcador en unos 45 minutos muy igualados, con pocas ocasiones, y en la que Remiro fue decisivo al evitar el 1-0 deteniendo una pena máxima a Muniain. Todo por decidir para la segunda.

El drama del balón parado

No hubo cambios de inicio en ninguno de los dos equipos tras la reanudación, aunque el Athletic llevó peligro claro hasta en tres ocasiones. Y es que a la Real le estaba costando mantener el balón en este inicio y apenas lograba conectar tres pases seguidos.

Una pérdida de balón de salida generó una ocasión peligrosa en la que Berenguer remató fuera por poco. Williams y Raúl García también tuvieron sus opciones, pero no estuvieron acertados. La Real paró el fuerte ritmo de salida de los vizcaínos tras una falta de De Marcos sobre Oyarzabal, cerquita de la frontal. Balón colgado al área que no encontró rematador.

Imanol introdujo los primeros cambios en el minuto 63 dando entrada a Guridi y Rafinha por Merino y Silva. Un centro de Williams se paseó por el área sin encontrar rematador. Minutos complicados para la Real pasados los 20 minutos de la segunda parte. De hecho Vivian hizo el 1-0 a la salida de un córner en el minuto 67 que remató muy solo. El Athletic, un equipo al que le cuesta mucho hacer gol en jugada, aprovechaba el balón parado. Pero el drama fue mayor cuando llegó el 2-0 de la misma forma, a balón parado, en esta ocasión con remate de Sancet con el pie a la salida de un córner.

Estaba grogui la Real que no era capaz de reaccionar y el Athletic jugaba a favor de corriente. Ander Martin y Djouahra sustituyeron a Portu y Sorloth. Muy difícil. Y si encima regalas se puede decir que imposible. Un remate de Oyarzabal acabó en saque de esquina, pero fue un espejismo. Poco más de ahí en adelante. Bueno sí, pero para encajar dos goles más esta vez sí, de jugada elaborada de los locales. La Real estaba rota y solo cabía esperar el pitido final.

Dura derrota que habrá que olvidar pronto para centrarse al 100% en la 'final' del jueves frente al Leipzig y convertir el duro varapalo del derbi en un accidente. Resultado doloroso en el que se vio a una irreconocible Real que regaló demasiado en un estadio que lo celebró por todo alto al no estar acostumbrado a ganar últimamente los derbis. A por la UEFA Europa League.

Próxima jornada

El próximo partido de la Real Sociedad en LaLiga Santander será el domingo que viene, 27 de febrero, frente a Osasuna en el Reale Arena (18.30 horas), correspondiente a la jornada 26. Antes, el jueves 24 de febrero, los txuri urdin disputarán la vuelta de los dieciseisavos de final de la UEFA Europa League ante el Leipzig. El resultado de la ida fue de 2-2 en el Red Bull Arena.