Triunfo de oro para creer en la salvación

El Sanse se aferra a la salvación y lo hizo tras superar al Real Valladolid en el José Zorrilla por 1-2. Supo aguantar un inicio eléctrico de los locales para asestar dos zarpazos en la segunda parte. Después también supo sufrir para aguantar el resultado y situarse así a cuatro puntos de la salvación, que marcan Málaga y Sporting con 41 puntos.

El descaro de los jugadores del Sanse quedó constatado en una jugada que condujo Navarro para ofrecer un buen pase a Ander Martín, pero su disparo fue poco certero. Ciertamente, no llegaban en demasía a la meta defendida por Masip, pero su velocidad generaba peligro.

Gonzalo Plata no conseguía ser esa pieza desequilibrante, aunque trató de sorprender al portero vasco con un lanzamiento desde fuera del área, pero Zubiaurre leyó la trayectoria y pudo anularlo. Y en el minuto 38, Anuar era empujado dentro del área, pero ni el colegiado ni el VAR consideraron que hubiera penalti.

La ocasión más clara estuvo, precisamente, en las botas de Anuar, pero no pudo hacer valer el gran pase de Iván Sánchez y su disparo salió demasiado cruzado. Por tanto, se llegó al descanso sin goles en el José Zorrilla, lo que podía dar lugar a una ansiedad que logró dominar el Real Valladolid en la primera mitad.

El cuadro blanquivioleta salió a por todas, a asediar la meta visitante. Pero la organización defensiva de los guipuzcoanos no dio opciones evidentes a los locales y, en el minuto 60, un saque de falta que puso en juego Ander Martín, mal defendido por el Real Valladolid y con un Masip como mera figura decorativa, terminó en gol, con la ayuda de El Yamiq. Más tarde Sola, de nuevo con algo de ayuda de El Yamiq, anotaría el 0-2.

Y llegaría el gol local en el minuto 85, con un gran disparo de Iván Sánchez, pero resultaría insuficiente para cambiar la dinámica del partido e impedir el triunfo del Sanse que, de esta manera, mantiene sus esperanzas de cara a la salvación y hunde a un Real Valladolid que pierde sus opciones para el ascenso directo, puesto que ya pasa a depender de los errores de Éibar y Almería.