2-1, Sorloth (min. 79)
Una floja versión de la Real se hace con el liderato
La Real Sociedad ganó 2-1 al Omonia, en lo que supuso la primera victoria de lo que se lleva disputado de temporada en Anoeta. Seis puntos en los dos partidos que se han jugado hasta ahora en la fase de grupos de la UEFA Europa League. El resultado fue lo mejor del encuentro junto al hecho de que no hubiera lesionados, que bastantes hay ya en la enfermería. Por lo demás, seguro que habrá muchos amistosos mejores que el encuentro que se vio en Anoeta.
'Cenicientas' de temporadas anteriores como Sturm Graz y Rijeka que dificultaron mucho las cosas en casa hacían no confiarse respecto a la teórica inferioridad del rival, y los chipriotas, sin apenas pasar de su campo, llegaron a empatar y a meter los nervios en la parroquia txuri urdin ya que se estiraron al final. Sufrimiento hasta el último momento. Menos mal que en esta ocasión la 'cara' fue para la Real. Pero el partido fue para olvidar.
La victoria se hacía necesaria por varios motivos: sumar tres puntos muy importantes para poner las cosas de cara en el Grupo E, darle la vuelta al mal partido del domingo en Getafe, y demostrar que siendo una piña se puede hacer frente a las últimas adversidades a modo de lesión: Sadiq, Ander Martín, Barrenetxea... Bueno, y por supuesto, dar un chut de confianza a la moral del equipo.
Los blanquiazules empezaron bien con ejerciendo una presión adelantada y recuperando rápido tras pérdida, pero el choque fue cayendo en una monotonía y aburrimiento importante. Menos mal que Guevara anotó un golazo desde fuera del área para poner por delante a los txuri urdin, lo que todo parecía indicar que con ese 1-0 el encuentro cambiaría, pero no. El Omonia siguió igual, y la Real jugó incluso más relajada y con la sensación del deber cumplido. Pero había que hacer más, y sobre todo tener en cuenta marcar goles, que siempre son importantes en una fase de grupos.
El segundo tiempo cambió un poco con los cambios porque la Real de inicio había salido a jugar demasiado plácidamente, pero el Omonia llegó a empatar aunque parezca difícil de creer. Menos mal que el equipo reaccionó gracias a los buenos minutos de Kubo y al gol de Sorloth, porque el partido de los de Imanol fue para olvidar.
Revolución en el once y golazo
Lo primero que hizo Imanol Alguacil fue revolucionar el once: Sola, Rico, Illarramendi, Guevara y Karrikaburu fueron de la partida. Muchos cambios, e incluso algún debut esta temporada como el de Ander Guevara, que no podría tener mejor estreno.
Era un partido de ganar, una Real muy superior al conjunto chipriota, pero que iba a tener que demostrar esa superioridad en el campo.
El Omonia salió al campo con un 5-3-2, mientras que los txuri urdin lo hicieron con su rombo habitual con Cho y Karrika como jugadores más adelantados. Apenas se había cumplido un minuto cuando los visitantes vieron la primera amarilla por una dura entrada de Diskerud a Brais. El saque de la falta acabó en saque de esquina. Mucho barullo en el área y la pelota cayó en las botas de Brais Méndez, pero su disparo duro lo desvió el guardameta Fabiano a córner. Bien la Real Sociedad apretando arriba tras pérdida, sobre todo por medio del gallego que había salido muy enchufado.
Al Omonia le costaba dar dos pases seguidos. Era un partido de tener paciencia y de estar acertados en el último pase. El dominio de la pelota era totalmente blanquiazul, pero solo se había generado una ocasión. En el minuto 13 los chipriotas se vieron obligados a hacer el primer cambio por lesión. Se retiró Cassamá, y en su lugar entró Charalampous.
La buena salida inicial fue cayendo poco a poco. La Real había bajado en ritmo e intensidad y era necesario más 'nervio' para romper esa barrera de cinco que habían plantado los visitantes, que no tenían ninguna prisa. Fue a los 20 minutos cuando los realistas volvieron a llegar con cierto peligro tras una buena jugada entre Merino y Sola, que terminó con centro del donostiarra que cortó la defensa. Poco después un gran centro de Merino lo cabeceó Aritz fuera al girar demasiado el cuello cuando hubiera bastado con peinarlo.
Los primeros 25 minutos habían sido muy flojos. Una Real que tocaba y tocaba pero que no encontraba los espacios. Y eso que con poco que apretaba se notaban las diferencias. Es lo que ocurrió en el 26. Y fue mediante un lanzamiento desde fuera del área obra de un jugador que se lo merecía por todo lo que sufrió el curso pasado y en el inicio del actual: Ánder Guevara, que no hizo un gol sino un golazo. Le pegó al esférico con el empeine sin apenas sin controlarla para mandarlo al fondo de las mallas por toda la escuadra.
Era importante romper el monólogo porque los chipriotas ya no tenían más que defender, pero el guión en el Omonia siguió igual. La Real incluso jugó más relajada tras adelantarse y no hubo más ocasiones en esa primera mitad. No obstante había que pedir más al equipo, porque a poco que metiera una marcha más podían acabar el choque con un buen número de goles en el zurrón.
Menos mal que salió Kubo
No hubo cambios tras el paso por vestuarios, aunque sí que varios jugadores empezaron a calentar en la banda. Fue el Omonia quien se vio obligado a hacer su segundo cambio, y también por lesión. Yuste se marchó aquejado del hombro y en su lugar entró Lang.
Tampoco había cambios respecto a lo que se veía en el verde. La Real dominaba pero con mucha parsimonia, y el Omonia seguía sin disparar a puerta y ni siquiera intentarlo. Hacía falta agitar algo porque se podía hacer un segundo tiempo muy largo, y además la ventaja en el marcador era mínima pese a la sensación de superioridad.
Imanol dio entrada a Sorloth, Navarro y Kubo por Karrikaburu, Cho y Merino. Y al poco de estar en el campo el japonés ya generó la primera ocasión peligrosa al filtrar un pase a Sorloth que falló en el mano a mano con el noruego. Los cambios se notaban porque el equipo parecía tener otra velocidad. Navarro falló dentro del área al recibir un gran balón de Brais Méndez, pero el catalán quiso controlar el balón en lugar de rematar y perdió una gran oportunidad de hacer el 2-0.
Y con la lluvia llegó también el jarro de agua fría. Con la situación controlada aunque haciendo un partido muy flojo, un fallo garrafal entre Aritz y Remiro acabó con una falta de entendimiento total que dejó el balón franco a Bruno que solo tuvo que empujar la pelota para establecer el empate. Pues nada. Quedaba un cuarto de hora para el final y lo mejor estaba siendo el público, 28.587 aficionados en las gradas, que quisieron llevar en volandas a los suyos tras el error del empate.
Menos mal que Kubo estaba en el campo, porque en un contragolpe de libro que inició Guevara, el japonés dejó el tanto en bandeja a Sorloth, que no falló. Hubo que sufrir hasta el final y eso que el propio Kubo y Brais lo intentaron en los últimos minutos. Fin del partido en el que la Real Sociedad se complicó las cosas sola dando vida a un equipo muy flojo, pero pudo reaccionar gracias a la calidad de Kubo y la definición de Sorloth. Lo importante era ganar, pero si es con menos sufrimiento, mejor.
Próxima jornada
El próximo partido de la Real Sociedad en la UEFA Europa League no será hasta el jueves 6 de octubre. Los txuri urdin se medirán al Sheriff en Moldavia en el tercer partido de la fase de grupos. Antes en LaLiga Santander, los de Imanol Alguacil se enfrentan este domingo al Espanyol en Anoeta en la jornada 6 (18.30 horas).