Alpinismo: Crónica de Lina Quesada desde Skardu
Hola Amigos/as
Una vez mas me encuentro de vuelta a casa....anoche llegamos a
Skardu, tras cinco extenuantes horas de carretera.
La experiencia vivida en el Karakorum, ha sido por una parte
inolvidable, debido a mis compañeros de expedición y al personal de la
agencia que ha convivido con nosotros -cocinero, oficial de enlace, guía de
la agencia- ha habido una magnifica convivencia entre todos, que habréis
visto plasmada en las fotos que hemos ido enviando al blog de la expedición:
www.k2-broadpeak.com <http://www.k2-broadpeak.com/>
El relato quizás mas interesante es el de la noche del 31 de agosto,
cuando nos preparábamos para salir a cima, es la noche de mayor nerviosismo
para cualquier alpinista, ya que analizas interiormente cada cosa que no
puedes olvidar, piensas en tu consciencia si tu cuerpo se encuentra bien,
pies, manos, pulmones, corazón, pulsaciones, respiración...así como tu
cabeza, tu motivación, si te encuentras al cien por cien, si esta cima es
tan importante, si los riesgos que vas a correr superaran con creces tu
capacidad... Todas estas cosas y muchas más se agolpan en tu cabeza sin
dejarte descansar.
Yo me encontraba muy bien en el campo 3 (7.100m.) ya que la
aclimatación que traía del Everest, era excepcional, pero la noche fue mala,
muy mala, una tormenta de viento y nieve azotaba nuestra tienda. En una
tienda Santi y Alfredo, en la otra Aitor, Diego y yo.
No parábamos de mirar el reloj, dijimos que empezábamos a andar a
las 24.00 h. para lo cual a las 23.00 h. habría que comenzar a vestirse.
Pero nadie se movía fuera, el viento no paraba. Esperamos y esperamos hasta
que a la 1.30 h. el viento paró. Yo no quería subir ese día, ya que no
habíamos descansado nada y no estábamos al cien por cien. Pero el campo 3 en
pleno, se disponía a salir (2 italianos, 2 japoneses, 1 finlandés, 2
mejicanos, 2 franceses, 1 coreana y nosotros 5 españoles).
¿Que hacer? la duda nos asalta, yo opino que no es el día, pero ir
mañana los 5 solos, tampoco es una genial idea, de modo que aunque estemos
cansados por no haber dormido nada, y la nieve este fresca y recién caída,
pero la fuerza de la mayoría puede y al final a las 2'30 h. comenzamos a
caminar, muy a mi pesar.
Otro de los errores cometidos, es no haber seguido al grupo, Santi,
Diego, Aitor y yo, seguimos a la chica coreana que proponía abrir huella por
una variante que sale debajo del serac, en lugar de ir por donde iban los
otros, por una media ladera expuesta por arriba del serac. Sea como fuere,
ambas rutas tenían su parte negativa, una la peligrosidad, pero la nuestra
el cansancio, ya que abrir huella por nieve fresca para salir bajo el serac,
supuso un cansancio y una fatiga que nos afecto bastante a todos. Además los
pies iban todo el tiempo bajo nieve fresca, resultado, frío terrible en los
dedos......
Al final, deshidratados y muy cansados llegamos al collado (7.800
m.) sobre las 12,30 h. Allí, Santi y Diego se dispusieron a intentarlo,
resultando que Diego al menos llego a la antecima. Pero tanto Aitor como yo,
pensamos que era muy tarde, eran las 13,00 h. cuando comenzaron y analizamos
la distancia, la hora y nuestro estado (pies y manos muy mal por el frío) y
decidimos claudicar.
Para mí fue una dura decisión, por segunda vez verme en la misma
montaña, en el mismo collado donde en 2003 me dí la vuelta y tomar la
decisión probablemente correcta, pero dura, una vez más esta montaña me ha
ganado, pero al menos vuelvo bien para contarlo. El descenso hubiera sido
penoso si decidimos seguir, ya que teníamos los pies muy tocados y llegar de
noche al campo 3, después de tantas horas sin comer, beber ni dormir, no es
lo aconsejable ni lo correcto.
Otra gente fuerza la maquina, lo consigue y se salva, pero no es mi
filosofía, la de forzar tanto cuando no se puede. Esto lo intento hacer
siempre y los que me conocen saben que arriesgo lo justo. Podría tener más
ochomiles en mi curriculum, pero también podría no estar aquí o haber tenido
accidentes, rescates o amputaciones, de modo que prefiero bajar bien para
contarlo y para poder volver a intentarlo algún otro día.
Por su parte Alfredo García, tomo la decisión mas adecuada, siguió
al grueso del grupo por la travesía superior del serac y al final hizo
cumbre. Un buen ritmo y su buena forma física hicieron que al menos él,
disfrutara de la cumbre y de las maravillosas vistas que ofrece el Broad
Peak del Karakorum.
Tras nuestro descenso, llegamos al campo base y nos topamos con la
noticia de la tragedia en el K2. Todavía estamos conmocionados. Amigos con
los que habíamos almorzado en la tienda de Nick (Nicholas Rice), tales como
el amable Hugo (Francia), sherpas nepalíes que conocían a Pemba, con quien
escalé el Everest el pasado mayo, porteadores pakistaníes que fieles a sus
clientes se disponían a engrosar su curriculum con una nueva cumbre...
alpinistas de todas las nacionalidades que tras más de dos meses de espera,
veían en esta ventana de buen tiempo su oportunidad de llevarse una cumbre
de vuelta a su país.
Pero dejo unas líneas para la reflexión, aclarando, con mi modesta
experiencia, algunos puntos destacables: ¿Como es posible, que nuestro
compañero Alberto Zerain Berasategui, sin oxígeno, sólo y abriendo huella,
llegara a cumbre (8.611 m.) a las 15,00 h. y todo el grupo que más tarde se
vio envuelto en la tragedia, viendo como transcurrían las horas y la
envergadura y dificultad de la montaña en la que estaban, no decidieran
darse la vuelta antes?
¿Como es posible que en el K2, la segunda montaña mas alta del
mundo, con las dificultades que presenta su ruta, se llegue a cumbre a las
19,30 y 20,00 h. de la noche?
¿Porqué estas personas, con oxígeno, con la ruta abierta, con la
huella hecha, siguen a esas horas de la noche, desorientados en la montana?
¿Si un sherpa cae y muere, su cliente es capaz de descender solo?
¿El cliente lleva 30 m. de cordino y 2 tornillos de hielo? ¿Sabe
instalarlos? ¿Si el oxigeno se le termina, puede salir de allí solo?
Estas y otras muchas preguntas, se han hecho estos días en nuestras
reuniones de campo base...
¿Como es posible que el sherpa suba al campo 4 (7.900m) tiendas,
comida, gas, oxígeno (4 kg. cada botella), cuerdas y además su saco de
dormir, ropa y material personal y material para equipar la vía?
Son personas humanas, que a veces pierden la vida para salvar la de
sus clientes, pero aun así, a veces, sus clientes no saben salir de la
trampa de la montaña solos.....
Solo eran unos segundos de reflexion con mi modesta experiencia, en
las situaciones que he vivido en el Everest y Lhotse, he podido comprobar
como a veces el afán de cumbre y de gloria de los alpinistas, genera esta
prisa y esta falta de seguridad y provoca situaciones de riesgo para su
propia vida y la de todos.
Bien es verdad, que accidentes ocurren todos los días en los
andamios y en las carreteras, por desgracia, pero también es cierto que
estos trágicos accidentes a veces se pueden evitar, puede que mandando a los
sherpas y porteadores un día antes a abrir la ruta, puede que no cargándolos
tanto y puede que también formándose y preparándose mejor algunos clientes
que van a estas peligrosísimas montañas, como quien va a vivir una emoción
extrema en un parque temático.
Sentimos mucho los momentos que pueden haber vivido allí esos
alpinistas en condiciones tan sumamente desagradables y extremas, de frío,
hambre, sed, sueno y miedo, tal vez.
Deseamos todo el ánimo del mundo a nuestro amigo Marco Confortola,
que hoy ya está en Islamabad y pronto se recuperará seguro en Italia.
También nuestro animo para la chica holandesa que perdió a su marido en el
descenso de cumbre y para todos los familiares y amigos de los alpinistas
fallecidos. Tragedias como esta del K2 afectan al ánimo de todos.
Un fuerte abrazo amigos desde Skardu.
Lina Quesada.