Como broma ya está bien (0-3)
{mosimage}Si todo esto obedece, simplemente, a una inocentada orquestada desde el inicio de Liga por Manuel Ruiz de Lopera, ejecutada en forma de fichajes por el consejo de administración y llevada a la práctica por el entrenador y los jugadores del Betis para reírse y pasar un buen rato a costa de la salud física y mental de la afición del Betis, ya está bien. Es imposible calificar el partido que ha realizado hoy el conjunto verdiblanco, porque decir que su juego ha sido horrible, deplorable, desastroso, pésimo o denigrante es quedarse corto. Lo peor, la falta de compromiso, de agresividad, de amor propio y de casta desde el minuto uno hasta el noventa. Los errores futbolísticos se entrenan, pero las carencias de las que les hablamos no. Lopera dirá que han sido tres gatos los que hoy le han gritado eso de ‘vete ya’, ‘salta al campo y mete un gol’, etc. Será una nueva mentira, porque la desesperación en forma de crítica fue unánime en el coliseo bético.
En lo que se refiere al partido, parecía que la primera mitad de los béticos, que terminó con gol en propia meta de Melli, era imposible empeorarla. La segunda fue bastante peor. Imposible señalar un culpable. Desde el primer consejero en el palco, hasta el último jugador en la hierba deben estar pasando vergüenza además de haberla dado sobre el terreno de juego. No es para menos. Un dato anecdótico: hoy se cumplen seis años desde la famosa fiesta de Hallowen (una broma al lado de esto). Y ahora, a Barcelona.
