Juega, gana y gusta (2-0)
Sevilla FC | 2 | 0 | RCD Mallorca |
RCD Mallorca: Aouate (Lux, m. 46); Josemi, Nunes, Ramis, Corrales; Martí, Bruno China; Varela (Borja, m. 58), Webó (Keita, m. 74), Chori Castro; Aduritz.
2-0, m. 25: Perotti, de cabeza tras pase de Navas.
La primera parte del Sevilla fue arrolladora. No sólo por los goles, sino por las múltiples ocasiones de las que disfrutó. Si Gregorio Manzano quería tapar las bandas nervionenses, ayer no funcionó su plan. Jesús Navas se reencontró a sí mismo y Perotti volvió a ser un auténtico surtidor de balones desde la izquierda. La avalancha también la protagonizaron Luis Fabiano, inmenso bajando a recibir, Negredo, con su buen juego de espaldas, y Zokora y Renato construyendo y destruyendo a partes iguales desde la medular. Sumando a todo ello la proyección de dos laterales activos arriba y en defensa y el buen papel de los centrales no hay debate que valga. Y algo más. El juego aéreo. Más allá de lo anecdótico de los dos primeros goles, ambos con la testa, el primero de Squillaci tras remate de su compatriota Escudé y el segundo de Perotti tras gran jugada de Luis Fabiano y Navas, el Sevilla ha ganado en poderío aéreo. Que no es pequeña virtud esa. Cierto es que el Mallorca también tuvo ocasiones, pero lo más cierto es que un Sevilla alegre pudo irse a los vestuarios con el partido más que resuelto.
La segunda mitad comenzó bajo los mismos parámetros. De hecho, apenas con unos minutos discurridos ya pudo Adriano hacer el tercero si no lo evita Varela bajo palos. Siguió funcionado el Sevilla como si tal cosa, con seguridad y por momentos con brillantez, aunque con menos eficacia, si la hubiera habido el Mallorca se lleva un saco. El caso que no llegaron más goles pese al buen hacer en la elaboración del juego y los últimos minutos fueron de rotación pura y dura y de casi descanso pensando en San Mamés. Con todo ello colaboró el nulo de Keita, que falló un gol clamoroso. Los sevillistas, para su tranquilidad, lo agradecieron. Y los sevillistas, también, agradecieron el juego de su equipo. Se divirtieron en el Pizjuán y su equipo coge la velocidad de crucero en la Liga. Y que así siga.