A cambiar el paso más allá de La Palmera
Con contextos, o sin ellos, la primera vuelta llegará hoy a su final y el Betis lo hará dejando más dudas que argumentos para el optimismo. El margen de error ha sido simplificado al máximo tras una trayectoria irregular, de ahí que a partir de ahora la cuenta atrás duplicará en importancia cada punto conseguido, aunque tendrá el mismo valor en negativo cada punto perdido. Por eso, el primer detalle ineludible es cambiar de forma radical el paso lejos de Heliópolis, porque por muchas tensiones o ambientes adversos que se vivan en el Ruiz de Lopera, el gran problema de este equipo está más allá de La Palmera.
De ahí, la incongruencia en el discurso de Antonio Tapia, a quien se mira con lupa desde hace dos semanas y cuyo crédito no se ha visto ni mucho menos recuperado por la reciente victoria ante el Salamanca. Fiel a la reciente historia verdiblanca, ha vuelto a pasar una semana sin que apenas se hable de fútbol. Pintadas, debates sobre necesidades, el fichaje de Pereira y las veladas amenazas a Rafael Gordillo han marcado las días previos a la visita al Levante. En cualquier caso el técnico no podrá quejarse de falta de argumentos ofensivos. Le gustarán más o menos, pero si él lleva presumiendo de plantilla desde Montecastillo ahora ésta se ha visto reforzada con el menudo delantero gallego, quien en principio esperará su oportunidad desde el banquillo, aunque todo apunta a que vaya a debutar en algún momento del partido. Enfrente estará un equipo en horas bajas, con una sola victoria en los últimos ocho partidos, lo que le ha alejado de los puestos de ascenso. Xisco y Juanlu son sus principales argumentos, precisamente dos de los muchos fichajes fracasados en la larga historia de Lopera y Momparlet. Aún así, como bien han recordado varios jugadores béticos esta semana, el principal enemigo de este Betis es el propio Betis, poco importa quien sea el rival si no hay un giro completo en el fútbol de los verdiblancos.